La doctoranda Marta Arbizu Gómez presenta el reciente estudio «Fosfo-tau217 plasmática para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer en atención primaria y secundaria mediante una plataforma totalmente automatizada», en el que se expone la precisión y fiabilidad de la prueba de plasma p-tau217 para el diagnóstico de alzhéimer.
¿Por qué necesitamos un biomarcador sanguíneo para la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer (EA) representa uno de los mayores desafíos sanitarios del siglo XXI, puesto que afecta a millones de personas y supone una carga creciente para los sistemas de salud y las familias.
Tradicionalmente, el diagnóstico definitivo de la EA se apoya en técnicas invasivas (punción lumbar para analizar líquido cefalorraquídeo) o costosas (PET cerebral para visualizar amiloide y tau). Estos procedimientos, además de ser incómodos y no siempre accesibles, suelen dejar la confirmación diagnóstica para fases avanzadas de la enfermedad, cuando el daño neuronal ya es significativo.
Dicho esto, contar con un biomarcador sanguíneo fiable, rápido y automatizable permitiría:
- Detectar alteraciones patológicas en fases preclínicas o muy iniciales, abriendo la puerta a intervenciones tempranas.
- Facilitar el cribado en atención primaria, descongestionando la consulta neurológica y reduciendo tiempos de espera.
- Disminuir costes y barreras logísticas, al emplear plataformas de laboratorio convencionales sin necesidad de equipamiento especializado.
El estudio publicado el 9 de abril de 2025 en Nature Medicine aborda precisamente esta necesidad, evaluando por primera vez a gran escala el potencial de la proteína fosfo-tau217 (p‑tau217) en plasma, medida mediante un inmunoensayo totalmente automatizado.
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¿Cómo se llevó a cabo la investigación de esta prueba de plasma p-tau217 para el diagnóstico de alzhéimer?
Para garantizar un enfoque riguroso y representativo, los investigadores reunieron a 1.767 participantes con deterioro cognitivo leve o demencia incipiente, procedentes de centros de atención primaria y secundaria en Suecia, España e Italia. Esta diversidad geográfica y asistencial es clave para comprender el rendimiento del biomarcador en diferentes entornos clínicos.
Como “patrón oro” para confirmar la presencia de patología de alzhéimer, se utilizó el análisis de líquido cefalorraquídeo con medición de los clásicos marcadores amiloide‑β42 y p‑tau181. De esta manera, cada muestra de plasma puede compararse directamente con un diagnóstico establecido. Cabe destacar que la cuantificación de p‑tau217 en plasma se realizó mediante la plataforma Lumipulse™ de Fujirebio, un sistema totalmente automatizado que reduce la variabilidad humana y permite procesar grandes volúmenes de muestras con alta reproducibilidad.
Este diseño robusto garantiza que los resultados reflejen tanto la precisión del inmunoensayo como su aplicabilidad práctica en laboratorios rutinarios.
¿Cuáles son los resultados clave del biomarcador p-tau217 en el diagnóstico de alzhéimer?
Los hallazgos principales muestran que la prueba de p‑tau217 en plasma alcanza una precisión diagnóstica del 89–91% en atención secundaria (neurología y neuropsicología) y del 85% en atención primaria (médicos de familia). Estos datos confirman que, incluso sin acceso directo a tecnología de imagen avanzada, los centros de salud pueden identificar con fiabilidad a pacientes con EA.
Los valores predictivos también fueron muy elevados: el valor predictivo positivo (VPP) osciló entre el 82% y el 95%, mientras que el valor predictivo negativo (VPN) alcanzó del 77% al 90%. En la práctica, esto significa que tanto los falsos positivos como los falsos negativos se mantienen en niveles bajos, garantizando un cribado eficaz y seguro.
Un aspecto particularmente interesante es la robustez del biomarcador, puesto que su rendimiento no se vio afectado por variables clínicas como la edad avanzada (en mayores de 80 años la precisión fue del 83%), la presencia de comorbilidades crónicas, el sexo o el genotipo APOE. Además, al aplicar una estrategia de doble umbral —con un corte inferior y otro superior— se pudo elevar la precisión al 92–94%, aunque dejando sin clasificar entre el 12% y el 17% de las muestras con valores intermedios para minimizar diagnósticos inciertos.
Métrica | Valor |
Precisión en atención secundaria | 89% – 91% |
Precisión en atención primaria | 85% |
Valor predictivo positivo (VPP) | 82% – 95% |
Valor predictivo negativo (VPN) | 77% – 90% |
Precisión en participantes ≥ 80 años | 83% |
Precisión con doble umbral | 92% – 94% |
Muestras indeterminadas (umbral intermedio) | 12% – 17% |
¿Qué implicaciones tiene para la práctica clínica este análisis de p-tau217?
Estos resultados transforman el panorama del diagnóstico de alzhéimer en varios frentes:
- Cribado temprano en atención primaria: el hecho de que un médico de familia pueda solicitar un análisis de p‑tau217 y obtener un resultado fiable ahorra derivaciones innecesarias y acelera el proceso diagnóstico. De este modo, el paciente acude antes a consulta especializada, cuando la intervención es más efectiva.
- Monitorización y seguimiento: un biomarcador fácilmente repetible en sangre facilita evaluar la respuesta a tratamientos farmacológicos o intervenciones cognitivas, así como monitorizar la progresión de la enfermedad a lo largo del tiempo, sin recurrir a pruebas invasivas.
- Estandarización y escalabilidad: la automatización con Lumipulse™ garantiza resultados consistentes entre laboratorios y regiones, lo que favorece la colaboración multicéntrica y la implantación de protocolos comunes en sistemas de salud.
En su conjunto, estas ventajas apuntan a un modelo asistencial integrado, donde la detección biológica de la enfermedad de Alzheimer se combina con programas de rehabilitación cognitiva y seguimiento digital, ofreciendo un abordaje holístico al paciente.
¿Cómo se relaciona este avance con NeuronUP?
En NeuronUP se desarrollan herramientas de rehabilitación cognitiva basadas en evidencia científica. La incorporación de biomarcadores biológicos como p‑tau217 complementa las herramientas digitales, permitiendo:
- Personalizar los programas en función de la carga patológica real del paciente.
- Medir el impacto de las intervenciones no solo clínicamente, sino también a nivel biológico.
- Colaborar con laboratorios y centros médicos para ofrecer una atención multidisciplinar que combine diagnóstico precoz y estimulación cognitiva.
Este estudio refuerza la visión de un tratamiento integral de la enfermedad: mientras los avances biomédicos mejoran la detección, NeuronUP optimiza la recuperación funcional y la calidad de vida.
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Conclusión
La prueba de plasma p‑tau217, validada en este gran estudio multicéntrico, aporta una herramienta rápida, fiable y accesible para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Su aplicación en atención primaria y secundaria, junto con su potencial de monitorización, abre nuevas vías para la atención temprana y personalizada. En el contexto de NeuronUP, estos hallazgos impulsan una colaboración estrecha entre diagnósticos biológicos y terapias cognitivas, avanzando hacia un cuidado más completo y eficaz.
Bibliografía
- Palmqvist S, Warmenhoven N, Anastasi F, Pilotto A, Janelidze S, Tideman P, Stomrud E, Mattsson‑Carlgren N, Smith R, Ossenkoppele R, Tan K, Dittrich A, Skoog I, Zetterberg H, Quaresima V, Tolassi C, Höglund K, Brugnoni D, Puig‑Pijoan A, Fernández‑Lebrero A, Contador J, Padovani A, Monane M, Verghese PB, Braunstein JB, Kern S, Blennow K, Ashton NJ, Suárez‑Calvet M, Hansson O. Plasma phospho‑tau217 for Alzheimer’s disease diagnosis in primary and secondary care using a fully automated platform. Nature Medicine. 2025 Apr 9. doi:10.1038/s41591-025-03622-w.
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