El TDAH en niños y los trastornos del sueño asociados

Introducción

El TDAH en niños es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por hiperactividad, impulsividad e inatención. A menudo, el TDAH en niños también está asociado con trastornos del sueño. 

Estos trastornos pueden contribuir a los síntomas del TDAH y empeorar el rendimiento académico, el comportamiento y la capacidad de socializar. 

Hoy hablaremos sobre los trastornos del sueño asociados al TDAH en niños, así como algunas terapias y soluciones propuestas por diversos estudios científicos. 

¿Qué síntomas provoca el TDAH en el sueño de los niños?

Como planteábamos en un inicio, a menudo los niños con este trastorno pueden experimentar distintos trastornos del sueño, como pueden ser: insomnio, síndrome de las piernas inquietas y/o parasomnias. 

• El insomnio es un trastorno del sueño muy común en niños con TDAH, que se caracteriza por dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormido durante toda la noche. En muchos casos, este trastorno del sueño en niños con TDAH está asociado a problemas de ansiedad o depresión.
• El síndrome de las piernas inquietas es otro de los trastornos del sueño frecuentes. Se trata de una sensación desagradable en las piernas, que hace que el niño tenga que moverlas constantemente para intentar aliviar esa sensación. Este movimiento involuntario de las piernas puede interrumpir el sueño y, por tanto, provocar somnolencia diurna.
• Por último, también se han descrito algunas parasomnias en niños con TDAH, que son trastornos del sueño caracterizados por movimientos o comportamientos involuntarios durante el sueño. Las más frecuentes son las pesadillas, los terrores nocturnos y el sonambulismo.

Aunque los trastornos del sueño en niños con TDAH son muy frecuentes, no todos los niños con TDAH van a presentar estos síntomas. De hecho, algunos niños pueden dormir bien y no presentar ningún tipo de trastorno del sueño.

¿Cuáles son las principales causas de los trastornos del sueño en niños con TDAH?

Aún no se conocen todas las causas, sin embargo, se sabe que estos trastornos pueden estar relacionados con la neurobiología del TDAH o con ciertos factores psicológicos y ambientales. 

En cuanto a la neurobiología, diversos estudios indican que los niños con TDAH tienen una alteración del sistema nervioso central, que puede estar implicada en los trastornos del sueño. 

Por otro lado, relacionado con los factores psicológicos y ambientales, estudios demuestran que el estrés o la ansiedad pueden agravar los trastornos del sueño en niños con TDAH. No ir a la cama a la misma hora o ver la televisión en la habitación antes de dormir, pueden empeorar los síntomas.

¿Cómo se pueden tratar los trastornos del sueño en niños con TDAH?

Aunque aún no existe un tratamiento específico, se han desarrollado diversas terapias y soluciones que pueden ayudar a mejorar el sueño: 

Terapias

Una de las terapias más utilizadas es la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCCI), que se basa en el cambio de ciertos hábitos y comportamientos relacionados con el sueño.

Otra de las terapias usadas para tratar los trastornos del sueño en niños con TDAH es la terapia de relajación, que se basa en técnicas para disminuir el estrés y la ansiedad. 

Medicamentos

A menudo cuando estos trastornos afectan notablemente la calidad de vida del niño con TDAH, se recurre a la administración de medicamentos: 

Estos fármacos pueden ayudar a mejorar el sueño en niños con TDAH además de mejorar los síntomas del trastorno base. Entre ellos tenemos los estimulantes del SNC (como el metilfenidato) y los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS, como la fluoxetina). 

Recientemente, se ha dejado de recomendar el uso de benzodiazepinas (como el clonazepam) para manejar los trastornos del sueño en niños con TDAH, puesto que su administración muy tarde en el día o con dosis de acción prolongada pueden provocar insomnio. 

Aunque los fármacos sin dudas juegan un papel importante en el tratamiento de los trastornos relacionados con el TDAH, se debe hacer siempre una elección y administración muy juiciosas, para evitar efectos adversos y contribuir a que ocurra una tolerancia adecuada de los mismos. 

Suplementos 

Algunos padres y tutores han reportado cierto éxito con suplementos y remedios naturales, los cuales aunque no logran sustituir el tratamiento farmacológico, sí que logran contribuir a la disminución de la dosis de los mismos y mejorar la calidad del sueño general. Estos suplementos también han sido estudiados en busca de su nivel de eficacia para distintas esferas del tratamiento del TDAH en niños:

• Melatonina: Es una sustancia que se produce naturalmente en el cuerpo y que se ha utilizado como tratamiento para el insomnio con éxito y seguridad en niños.
• Aceite de CBD: Resulta interesante apuntar cierta evidencia, entre estudios y casos anecdóticos, que indicarían un posible uso del cannabidiol como suplementación para mejorar el sueño, mejorar la concentración y disminuir los niveles de energía de los niños con TDAH.  
• Extracto de valeriana: La valeriana actúa como un sedante natural y puede ser útil para tratar el insomnio. Eso sí, no se valora su uso para niños de menos de 3 años. Un interesante estudio encontró mejorías en los niveles de hiperactividad e impulsividad en niños tratados con raíz de valeriana y el té de Melisa. 

Aunque estos remedios y suplementos puedan ser eficaces en algunos niños con TDAH, los padres deberán asesorarse en cuanto a las dosificaciones o interacciones. Ya que, algunos remedios «naturales», como la valeriana o el CBD, pueden presentar efectos adversos en dosis muy altas o si se combinan con determinados medicamentos. 

Conclusión

En resumen, los trastornos del sueño son muy frecuentes en niños con TDAH y están asociados con una mayor intensidad y gravedad de los síntomas del trastorno. Lo más fundamental es contar con un asesoramiento en todo momento. Ya sea para diagnosticar dichos problemas o para encontrar el mejor modo de resolverlos. De esta forma, podemos aportar un granito de arena más en para la mejoría de la calidad de vida del niño.

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