- 1. ISQUEMIAS: el flujo sanguíneo que riega el tejido cerebral decrece o se interrumpe. Puede deberse a varias causas:
- Trombosis: coágulos sanguíneos que se forman en el interior de las paredes de los vasos acaban taponándolo.
- Embolismo: un coágulo, burbuja de aire o grasa, o cualquier otra colección de material, taponan un vaso después de haberse transportado por el torrente sanguíneo.
- Arterioesclerosis: endurecimiento de las arterias.
- Vasculitis: inflamación de los vasos sanguíneos.
- 2. HEMORRAGIAS: un vaso sanguíneo se rompe, lo que provoca que la sangre se filtre en zonas cerebrales inadecuadas.
Las causas del ictus tienen que ver con factores como la edad, la historia clínica familiar, la raza y el sexo. Pero hay otros factores que aumentan la posibilidad de sufrir un ictus. Entre estos factores se encuentran:
- Factores asociados a la salud: hipertensión arterial, enfermedades cardiacas y grasas en sangre
- Hábitos de consumo de tóxico como el alcohol o el tabaco.
- Arterioesclerosis: endurecimiento de las arterias.
- Hábitos de vida poco saludables como un estilo de vida sedentaria.
En general los ictus se producen de manera repentina y causan una lesión en el cerebro en pocos minutos aunque, con menor frecuencia, los pacientes pueden ir empeorando durante el paso de las horas e incluso de días.
Como factores de prevención, la Sociedad Española de Neurología recomienda una serie de hábitos saludables como llevar una dieta rica y saludable, realizar ejercicio de forma habitual y moderada, no fumar, moderar el consumo de alcohol y llevar un control de la presión arterial de forma regular.