En este artículo la neuropsicóloga clínica y Directora de Espai Neurològic, Anna Curto, explica en qué consiste el test de Raven y cómo interpretar los resultados del test de matrices progresivas de Raven.
¿Qué es el test de Raven y qué mide?
Si te preguntas qué es el test de Raven y para qué sirve, el test de Raven es una prueba psicométrica que consiste en completar las matrices que se presentan escogiendo entre varias opciones disponibles.
Con esta tarea tan aparentemente sencilla se evalúa la capacidad eductiva del evaluado, pudiendo obtener así, una puntuación de la capacidad de razonar y resolver problemas complejos de la persona que responde.
Origen de la prueba
Esta prueba ha ido pasando por varios nombres y versiones, la primera de ella data de 1938 que se publicó con el nombre de Raven’s Standard Progressive Matrices. La idea no ha ido variando en sus distintas versiones, pero sí se ha ido revisando y adaptando a diferentes poblaciones. La última versión publidada es El Raven’s 2 y data del 2019.
Las matrices de Raven fueron diseñadas para evaluar el “Factor G” de inteligencia, que se estima como la capacidad de resolver problemas complejos mediante el razonamiento intelectual y sin interferencia del lenguaje y por ende, sin influencia del nivel educativo y cultural previo de la persona.
¿En que consiste el test de Raven?
Tal y como especifica el manual del Raven’s 2 en su última versión, el test consiste en una sería de formas geométricas universales e identificables independientemente del nivel educativo. La consigna verbal es única y no requiere de ningún tipo de capacidad de escribir o hablar para la correcta realización del mismo, puesto que consiste simplemente en completar la matriz que se presenta con uno de los elementos o patrones mostrados entre las diferentes respuestas disponibles.
Test de Raven: edades
Además, el rango de edad en el que se puede aplicar es muy amplio; de los 4 años hasta los 69 años y 11 meses.
En esta prueba se mide lo que Spearman (1927) denominó como aptitud eductiva. La actividad eductiva mental requiere dar sentido al desorden, buscar lo que no es obvio y también indagar en nuevas percepciones. En resumen, sería lo equivalente a analizar el patrón de relaciones de los estímulos presentados, buscar qué cambios o relaciones hay entre ellas y des de ahí plantear cual sería la respuesta correcta de las presentadas.
Estas tareas se presentan en una dificultad progresiva, que permite que el evaluado realice un entrenamiento en el método de resolución.
¿Cómo aplicar el test de Raven? Usos principales
La puntuación obtenida en el test de Raven no puede ser interpretada como el valor de la inteligencia global del sujeto, puesto que solo evalúa unos dominios concretos del funcionamiento cognitivo.
Estos dominios están muy relacionados con las funciones ejecutivas (razonamiento, planificación, flexibilidad cognitiva, toma de decisiones, abstracción…), y no se recomienda administrarlo a personas en las cuales estos dominios sean puntos fuertes o puntos débiles, por el sesgo en los resultados que se puede obtener.
Se puede administrar de forma individual o grupal, hecho que le da versatilidad, siendo útil para valorar la capacidad eductiva en colectivos (investigación científica, centros educativos, procesos de selección de personal, etc…) así como en valoraciones individuales como centros de valoración cognitiva y/o psicológica.
Práctica clínica
En la práctica clínica, cuando pretendemos evaluar la inteligencia global de un sujeto resulta más apropiado utilizar otras baterías de evaluación de inteligencia, como las de Weschler (WPPSI, WISC o WAIS) en sus diferentes versiones dado que dan una aproximación de la cognición de forma más global.
En concreto, las pruebas de inteligencia de Wechler incluyen una subprueba en el dominio de razonamiento perceptivo o razonamiento fluido que está basada precisamente en las matrices progresivas de Raven. Esto es porque la capacidad de educción que valora el test de Raven es muy similar a lo que se conoce como inteligencia fluida, y que se define como la capacidad de resolver problemas, de razonar y pensar con flexibilidad.
Pacientes don daño cerebral adquirido con alteraciones en el lenguaje
Por otro lado, las Matrices de Raven resultan muy útiles en la estimación de capacidades de aquellos pacientes que no pueden utilizar el lenguaje, bien sea por un trastorno, una lesión o simplemente por no conocerlo. Este hecho facilita, por ejemplo, estimar la capacidad eductiva en pacientes con daño cerebral adquirido que han perdido el uso del lenguaje, con la finalidad de determinar, por ejemplo, su nivel cognitivo premórbido y así poder formular unos objetivos de estimulación y/o rehabilitacion más realistas.
También es fácil de aplicar en personas con algún trastorno del lenguaje, como TDL, o otras como mutismo selectivo o personas extranjeras que no conocen o dominan el idioma.
¿Cómo interpretar el test de Raven? Interpretación de los resultados del test de Raven
Los resultados obtenidos en el test de matrices progresivas de Raven deben ser interpretados teniendo en cuenta los antecedentes médicos, personales, laborales y emocionales del paciente, así como su grado de motivación y esfuerzo durante la aplicación de la prueba.
Las puntuaciones directas son las respuestas correctas obtenidas directamente en la prueba, y estas se transforman finalmente en puntuaciones típicas que nos permiten la clasificación cualitativa de la capacidad eductiva del sujeto.
Puntuación típica | Clasificación cualitativa |
≥ 130 | Muy alto |
120-129 | Alto |
110-119 | Medio-alto |
90-109 | Medio |
80-89 | Medio-bajo |
70-79 | Bajo |
≤ 69 | Muy bajo |
Además, también existe la posibilidad de comprobar la edad equivalente, que muestra la edad promedio, en años y meses, en la que es más frecuente obtener una determinada puntuación de aptitud. Este hecho facilita la interpretación y comprensión de las puntuaciones y equivalencias en aquellas personas que no tienen conocimientos generales sobre conceptos psicométricos.
Conclusión
El test de Raven, también conocido como test de matrices progresivas de Raven, es una prueba psicométrica con un amplio recorrido en la historia de la psicología, que es capaz de estimar la capacidad eductiva o de educción del sujeto que la responde.
Utiliza formas geométricas básicas y universales, comprensibles para todas las edades y culturas. Se basa principalmente en la capacidad de razonamiento intelectual, de dar sentido al desorden y sin interferencia del lenguaje y/o cultura.
Es una prueba muy versátil, tanto por su aplicación, que puede ser grupal o individual, así como el rango de edad que puede evaluar, comprendiendo desde los 4 años hasta los 69 años y 11 meses.
Referencias
- Pearson (2019). Manual de Raven’s 2, matrices progresivas.
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