En este artículo exponemos las dificultades y posibles estrategias de la comunicación del cuidador hacia el paciente con demencia.
La comunicación es un medio de expresión verbal y no verbal que nos permite interactuar con los otros, siendo este un recurso de suma importancia en la relación entre el paciente con demencia y su cuidador primario. Usualmente ante el desconocimiento sobre como abordar y comunicarse con las personas con demencia, los cuidadores y personas cercanas muchas veces optan por restringirlos de situaciones sociales y contacto con otros, pensando que estos no necesitan interactuar e integrarse al medio que les rodea.
Debido a una comunicación ineficiente, los cuidadores pueden limitar su desempeño, así como afectar el estado emocional del paciente con demencia. De tal forma, necesitamos conocer las alteraciones en el lenguaje que pueden manifestar las personas con demencia, para así desarrollar estrategias de comunicación y crear una conexión asertiva entre el paciente y nosotros. Esto debido a que diariamente requerimos comunicarnos con ellos para identificar sus necesidades e intereses, además de que por medio del lenguaje los alentamos a cooperar en el desempeño de las actividades diarias. Derivado a lo anterior, abordaremos sobre varias afectaciones en el lenguaje que pueden presentar los pacientes con demencia, así como estrategias para establecer una mejor interacción.
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¿Qué es la demencia?
Es el término que hace referencia a la presencia de un deterioro cognitivo progresivo, que se caracteriza por alteraciones en procesos cognitivos como: la orientación, atención, concentración, memoria a corto y largo plazo, así como afectaciones conductuales y en el estado del ánimo que limitan la autonomía e independencia de los pacientes con demencia. Llevándolos a requerir de asistencia individual por parte de especialistas como terapeutas físicos, enfermeras, geriatras, psicólogos cognitivos y familiares denominados cuidadores primarios.
Afectaciones en el lenguaje en pacientes con demencia
Existen diversos tipos de demencia, en esta ocasión se abordarán la demencia por Alzheimer, demencia vascular, demencia fronto temporal y demencia semántica.
Demencia por Alzheimer
Pacientes con demencia por Alzheimer suelen tener una evolución lentamente progresiva, es así que al inicio de la enfermedad manifiestan alteraciones que regularmente son asociadas a la memoria inmediata, lo cual les dificulta consolidar nueva información. También se va afectando la memoria episódica, semántica y de trabajo, además de la aparición de alteraciones en la conducta, así como déficit en los procesos visoespaciales y anomias que pueden afectar directamente el lenguaje y la comunicación con el medio.
Demencia vascular
Las afectaciones en la demencia vascular pueden derivarse de un solo infarto que daña distintas regiones corticales, desencadenando graves repercusiones en algunas áreas como: la corteza prefrontal dorsolateral, parietal, neocorteza temporal del nodo transmodal o área de Wernicke, por mencionar algunas. Siendo este aspecto negativo puesto que podría afectar la comprensión del lenguaje, presentando también alteraciones en la evocación de la memoria semántica y episódica por nombrar solo algunos.
Demencia fronto temporal
Con respecto a la demencia fronto temporal estos pacientes regularmente tienen afectaciones en la fluencia gramatical y sintáctica, generando así que prescindan del uso de conjunciones, preposiciones utilizando solamente verbos y sustantivos en su comunicación. La interacción con estos pacientes suele verse terriblemente afectada en estados más avanzados del padecimiento, ya que tienden a desinhibirse a tal grado de manifestar conductas que son socialmente mal aceptadas como gritar, quitarse la ropa, maldecir entre otras, lo cual provoca un distanciamiento por parte de los cuidadores primarios y rechazo social.
Demencia semántica
Finalmente, los síntomas de la demencia semántica se asemejan con algunos presentados en la demencia por Alzheimer, ya que una de las primeras alteraciones es en el lenguaje. En este padecimiento en particular el proceso más perjudicado es la memoria semántica la cual afecta la recuperación de información vinculada a contenidos, temas, conceptos y datos que han sido almacenados a lo largo de la vida del paciente, siendo estas alteraciones un gran impedimento que puede restringir su lenguaje y expresión verbal hacia terceros.
Comunicándonos con el paciente con demencia
Tras haber conocido algunas alteraciones en el lenguaje y procesos cognitivos que los pacientes con demencia padecen, nuestra labor como especialistas y cuidadores primarios es llevar a cabo estrategias eficientes que nos permitan comunicarnos óptimamente y asertivamente con nuestro familiar o paciente, teniendo así el objetivo de ayudarlo en el desempeño diario de sus actividades, para contribuir a la consecución de una mejor calidad de vida y finalmente desarrollar lazos afectivos positivos que le generen tranquilidad y sobre todo seguridad.
15 estrategias para comunicarnos con nuestro familiar o paciente
A continuación te contamos 15 estrategias que facilitan la comunicación con las personas que padece demencia.
- Utilizar el tono de voz de acuerdo a sus necesidades auditivas, considerar si el paciente tiene déficits auditivos o utiliza dispositivos auditivos. El uso de tonos suaves de voz quizá no sea útil para todos los paciente. Debemos identificar las características que tengan nuestros pacientes y familiares para determinar el tono que les permita escucharnos claramente.
- Hablar claro y pausadamente para que el paciente o familiar logre capturar la información que se le brinda. Evitar el uso de palabras inusuales o hablar rápidamente.
- Proporcionar instrucciones concretas, una instrucción a la vez ejemplo: “cierra el armario, abre la ventana, lava los platos”. No saturar con instrucciones complejas.
- Establecer contacto visual en todo momento, ejemplo: cuando se le da una instrucción, cuando se le plática o pregunta algo.
- En estados avanzados utilizar e incentivar el uso de gestos para complementar la comunicación. Por ejemplo: “el gesto de cepillarse los dientes, ir a dormir, decir sí y no.
- Hacer contacto físico con el paciente, presionar suavemente su mano u hombro mientras se le da una instrucción o mientras se le habla con aprecio.
- Llamarle por su nombre, o preguntarle cómo le gustaría ser llamado, no infantilizar con diminutivos o con términos incorrectos como viejito, abuelito, anciano.
- Ayudarle a recuperar información, darle pistas fonológicas o semánticas sobre como inicia la palabra o el concepto que quiere decirnos. Por ejemplo: nombre de una fruta roja común (ma) = manzana.
- En estados avanzados de demencia utilizar apoyo visual por medio de letreros, pictogramas, álbum de fotos en físico o digital.
- Validar el discurso del paciente. No confrontar información, alentarlo a responder nuevas preguntas en vez de reiterarle continuamente que nos platicó del tema varias veces. Ejemplo: nos dijo tres veces que fue al parque, en vez de confrontarlo preguntémosle ¿Qué vio en el parque? ¿Cuándo fue? ¿Cómo se sintió? ¿Qué otros parques, conoce?
- Motivar a que el paciente escriba pequeñas frases en una libreta de notas, pizarrón o refrigerador.
- Incentivar para que se comuniqué con otras personas de manera telefónica o virtual.
- Hacerlo parte de una plática familiar, pedirle que aborde un tema que le apasione, hacerle preguntas sobre ello.
- Realizar repeticiones pertinentes, repetir instrucciones o información que el paciente necesite.
- Establecer roles y tiempo de calidad con el paciente. El cuidador primario también requiere descanso para estar en óptimas condiciones físicas y emocionales con el paciente.
Conclusiones
El paciente con demencia sufre de diversas alteraciones en el lenguaje y comunicación durante la progresión de la enfermedad. Por lo tanto, nuestro objetivo como cuidadores y especialistas es proveerle de herramientas y estrategias que le permitan integrarse lo más posible a su entorno social y estar en contacto con él.
Es un desafío diario que muchas veces resulta difícil pero que, con ayuda de los especialistas, redes de apoyo e información podremos salir avante de las complicaciones que conlleva esta enfermedad. Es sumamente importante recordar que a pesar de que padecen un trastorno neurocognitivo son seres humanos que merecen nuestra atención, paciencia, empatía, cuidado y sobre todo mucho amor.
Bibliografía
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- Nilton, C., Montesinos, R. (2015) Enfermedad de Alzheimer. Conociendo a la enfermedad, que llegó para quedarse.
- Brooker, D., & Surr, C. (2005). Dementia care mapping. Bradford: Bradford Dementia Group.
- Mace, N., & Rabins, P. (1997). Cuando El Dia Tiene 36 horas. México: Editorial Pax México.
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