Las neuropsicólogas de Ítaca Psicología y Lenguaje, Pilar Luque y Rocío Ruiz, explican en este artículo cómo trabajan la cognición social en niños con NeuronUP.
La cognición social
Se refiere al conjunto de operaciones mentales que subyacen a las interacciones sociales, poniendo énfasis en la capacidad de percibir, interpretar y generar respuestas ante las intenciones, las emociones, las tendencias y los comportamientos de otros. La cognición social en niños permite que entiendan las emociones, los pensamientos, intenciones y conductas sociales de los demás. En las interacciones sociales, conocer lo que otras personas piensan y sienten puede suponer una ventaja enorme para desenvolvernos en ese contexto.
Áreas y funciones de la cognición social
Las áreas y funciones que encontramos dentro de lo que catalogamos como cognición social son:
- El procesamiento emocional, es decir, cómo percibimos las emociones y las reconocemos. Por ejemplo, las emociones básicas según los rostros que vemos.
- La teoría de la mente o también llamada la empatía cognitiva. Se trata de realizar inferencias sobre estados mentales.
- Percepción social, la cual consiste en la valoración que hacemos de los estímulos sociales.
- El estilo atribucional, que es la capacidad para hacer valoraciones positivas o negativas de determinado suceso o situación (Ruiz, Garcia & Fuentes, 2006).
Importancia del lóbulo frontal
A modo explicativo y funcional, en nuestro cerebro, podemos localizar a la cognición social entre una de las funciones del lóbulo frontal. El cual, está conformado por las áreas orbital, medial y dorsolateral. Es donde se localizan las funciones ejecutivas y varios aspectos de la conducta humana. Desde esta área se planean, se controlan y se regulan los procesos psicológicos. Así mismo, se pueden coordinar y seleccionar procesos y optar por diferentes opciones, encuantoalasdiferentesconductasposiblesparalaresolucióndeunmismoproblema.
Podríamos localizar en este sistema la influencia de las motivaciones e intereses para llegar a determinada meta. Es decir, el sistema integrativo del lóbulo frontal, es donde podemos encontrar las formas complejas del ser humano, sus pensamientos y sus conductas (Lázaro & Solís, 2008).
El lóbulo frontal puede considerarse el “centro ejecutivo del cerebro”, con lo cual una alteración en este sistema o la alteración del mismo presentan altas consecuencias en la conducta, la regulación de las emociones y en la metacognición. Es decir, se encuentran alteradas o disminuidas las funciones ejecutivas (planeación, control conductual, flexibilidad mental, memoria de trabajo, mentalización, fluidez, conducta social y cognición social).
La cognición social en la vida de los niños
Dada la importancia que tienen la cognición social en nuestras vidas, es primordial proporcionar a los niños un espacio donde se le enseñe a través del juego a identificar, expresar y manejar adecuadamente sus emociones. De esta forma, se van incorporando recursos que poco a poco puedan generalizar a las situaciones de su vida cotidiana.
Un niño que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional y percepción social, poseerá mayor nivel de autoconocimiento, mejora en la gestión de sus emociones, mayor empatía. Además de ser una persona más asertiva, con buenas habilidades sociales y una capacidad de resolución de conflictos exitosa.
En definitiva, la cognición social es la encargada de determinar cómo afrontamos cada situación que se nos presenta en nuestra vida. Es por ello que tienen un papel fundamental, sobre todo, en la vida de los niños. También, es clave que entiendan de manera temprana la importancia de conocer, identificar y gestionar estos aspectos cruciales en la vida de todos nosotros.
Planificación y herramientas para trabajar la cognición social en niños
Desde Ítaca Psicología y Lenguaje, trabajamos de diversas maneras y en función de la edad esta parte tan importante en la vida. Gracias a NeuronUP, podemos facilitar la comprensión y aprendizaje en los más pequeños.
Actividades de NeuronUP para trabajar la cognición social en niños
Actividades como “Encuentra la emoción” para niños que aún no han adquirido la lectura, son esenciales para comenzar a adquirir el vocabulario y conocimiento emocional. Los cuales, son necesario para hacer consciente al menor de las distintas sensaciones que puede sentir en función de la emoción que presente.
En esta actividad, hay una imagen de modelo y la finalidad es encontrar, entre varias opciones, otra imagen que represente la misma emoción que la del modelo. Así, además de adquirir los conceptos de igual/diferente, aprendemos a ponerle nombre a las diferentes expresiones faciales. Además, podemos ponerlo en práctica junto con los niños delante de un espejo para que sean ellos mismos los que imiten y vean sus expresiones.
Para niños más mayores y con dificultades en habilidades sociales, las actividades ¿Qué esperan encontrar? y ¿Qué creen que piensan los demás? les ayudan a reflexionar sobre las diferentes opiniones que puede tener las personas en una misma situación. Son actividades donde se trabaja la tarea de falsa creencia de primer y segundo orden, esenciales para conseguir una adecuada teoría de la Mente.
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Teoría de la mente
Es la capacidad de atribuir estados mentales a los demás y a sí mismo. Según Astington, (1993) el descubrimiento de la mente por parte del niño ser refiere al hacerse consciente de que las personas, incluido él mismo, tienen mente. Además, dentro de los estados o elementos de esa mente podemos encontrar las creencias, los sentimientos, pensamientos, dentro de los cuales realizan sus acciones.
Dentro de la Teoría de la Mente, encontramos:
Tarea de falsa creencia de primer orden
También conocida como la Tarea de cambio inesperado de objeto (Wimmer y Perner, 1983). La cual, consiste en comprender que la representación del personaje es falsa con respecto a una situación real.
Esta habilidad hace referencia a la capacidad para detectar cuando alguien es engañado, es decir, darse cuenta de que el personaje de la historia posee una creencia falsa de la situación. El acto de darse cuenta de que alguien ha sido engañado, produce la capacidad de diferenciar entre estados mentales propios y ajenos al individuo. Además, de tomar conciencia de que otros organismos diferentes a él mismo tiene estados mentales de creencia. Según los estudios que investigan este hecho, en torno a los 4 años es cuando se adquiere el aprendizaje de esta tarea.
Con NeuronUP, podemos trabajar la Tarea de Falsa creencia de primer orden con la actividad “¿Qué esperan encontrar?”, ya que, en ella se presentan escenas descritas donde un personaje encuentra algo que no espera y seguidamente llega que realiza la misma acción. Aquí es donde se pregunta al menor qué cree que piensa el primer personaje que va a encontrar el segundo. Con ello, se consigue que el niño reflexione y se ponga en el lugar de ambos personajes de manera diferenciada.
Tarea de falsa creencia de segundo orden
Por otro lado, está la Tarea de falsa creencia de segundo orden (Sullivan y cols. 1994). Al igual que las de primer orden, en estas tareas deben tener la capacidad de comprender una falsa creencia. Sin embargo, mientras que en la primera se refiere a una situación vivida, esta segunda consiste en la habilidad de adivinar el estado mental de una de las personas de la historia. Por tanto, en la Tarea de la falsa creencia de segundo orden se observa la capacidad que tienen los niños de tener en cuenta que las personas pueden pensar sobre los pensamientos de otros, un aspecto esencial para poder entablar relaciones sociales.
La actividad “¿Qué creen que piensan los demás?” es similar a la que se ha descrito anteriormente, pero con el objetivo de que los menores reflexionen sobre los pensamientos de un personaje con respecto a lo que cree que piensa el otro personaje de la historia.
Conclusión
En resumen, con estos ejercicios se puede comprobar cómo, además del atractivo visual que tienen las actividades de NeuronUP, son fácilmente aplicables a las situaciones reales. En Ítaca aprovechamos estos ejercicios para preguntar al menor sobre situaciones similares en su vida diaria y generalizar el trabajo de manera que adquiera validez ecológica y le sirva como aprendizaje que puede aplicar a su vida diaria.
Referencias
Lázaro, J. C. F., & Solís, F. O. (2008). Neuropsicología de lóbulos frontales, funciones ejecutivas y conducta humana. Revista neuropsicología, neuropsiquiatría y neurociencias, 8(1), 47-58.
Astington, JW (1993). El descubrimiento de la mente por parte del niño (Vol. 31). Prensa de la Universidad de Harvard.
Wimmer, H. y Perner, J. (1983). Creencias sobre creencias: representación y función restrictiva de creencias erróneas en la comprensión del engaño de los niños pequeños. Cognición , 13 (1), 103-128.
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