Le neuropsicóloga Lidia García Pérez explica en este artículo qué es la heminegligencia espacial
¿Cuántas veces has ido a la nevera o a un armario buscando algo concreto y, aunque tenías lo que buscabas justo en frente de ti, no lo veías? Si te ha pasado en alguna ocasión, es probable que al encontrarlo te sorprendieras de no haberlo visto antes. –Pero si antes no estaba… – piensas.
Una sensación parecida es la que suelen describir las personas que padecen heminegligencia espacial, en ciertas situaciones en las que cambiando de posición o perspectiva, de repente se hacen conscientes de un objeto que ha permanecido en el mismo lugar todo el tiempo y les estaba pasando inadvertido [1].
La heminegligencia espacial
La heminegligencia espacial es una alteración de la atención, que ocurre tras un daño cerebral sobrevenido y que impide a las personas orientarse y responder a los estímulos u objetos que quedan dentro de una de las mitades del espacio (concretamente la mitad contraria al hemisferio cerebral que se ha lesionado) pudiendo atender a los estímulos que quedan en la otra mitad [2,3].
Aunque el síndrome de heminegligencia espacial o neglect puede ocurrir por afectación del hemisferio izquierdo, son más frecuentes y graves los casos tras la lesión del hemisferio derecho [2,3] y se ha sugerido que la mejor descripción de la heminegligencia espacial es una indiferencia al lado izquierdo del mundo [4].
Heminegligencia espacial por lesión derecha
Una persona con heminegligencia espacial por lesión derecha, no mira ni gira la cabeza a la izquierda, ni atiende a estímulos visuales, auditivos o táctiles que queden a su izquierda [3]. Así, es frecuente que coman únicamente del lado derecho del plato, dibujen solo la mitad derecha de los objetos cuando los copian, o lean la mitad de las frases o de las palabras sin que padezcan ningún déficit sensorial que lo explique [2,3].
En un estudio que ejemplifica la naturaleza de este trastorno [5] se mostraba a los pacientes un dibujo de dos casas dispuestas una encima de la otra, que solo se diferenciaban en que por la ventana izquierda de la de casa de abajo salían llamas y humo. Al preguntar a los pacientes si las casas eran iguales o diferentes, contestaban que eran iguales; pero cuando se les preguntaba en cuál de ellas preferiría vivir, elegían la casa que no ardía, sin poder dar ninguna razón en particular.
Así, este estudio demostraba que en la heminegligencia espacial por lesión derecha, el cerebro sí percibe el hemiespacio izquierdo, pero debido a la alteración del trayecto de esa información hasta las áreas cerebrales que permiten su integración en la consciencia, el paciente no lo percibe. Es decir, se trata de un fallo en el procesamiento consciente de la mitad de la información espacial y no de algún tipo de ceguera [5].
La heminegligencia afecta a las representaciones mentales del espacio
Pero la heminegligencia no solo se produce ante información espacial percibida desde el exterior, sino que afecta incluso a las representaciones mentales del espacio. En otro experimento clásico [6]cuando se pidió a los pacientes que imaginaran que estaban en una plaza muy conocida (la Piazza del Duomo de Milán) y que la describieran, estos solo hacían referencia a detalles de la parte derecha de la plaza, y omitían los de la parte izquierda.
Para descartar que este olvido se debiera a un problema de memoria, se les pidió a continuación que imaginaran que se situaban en el extremo opuesto de la plaza y la describieran desde allí. Detallaron lo que antes no habían identificado, omitiendo los detalles de la parte que ahora quedaba a su izquierda y que cuando quedaban a su derecha sí habían descrito.
La hemi-inatención puede afectar también al esquema corporal, es decir, a uno de los lados del propio cuerpo, alteración que se denomina hemiasomatognosia[3]. Cuando esto ocurre, las personas suelen maquillarse o afeitarse solo la mitad de la cara, o chocar con los objetos de un lado cuando caminan [3,4]
Lo más llamativo de la hemi-inatención es que en los casos más graves, la persona afectada parece haber perdido el concepto de izquierda; mientras en algunos casos, cuando se dirige la atención del paciente hacia un objeto situado en el lado que neglige, este puede verlo e identificarlo sin problemas [4], en otros ni siquiera sugiriéndoles “mire a la izquierda” parecen entender a qué se refiere quien se lo dice [1].
Rehabilitación de la heminegligencia
En cuanto a la rehabilitación de la heminafegligencia, una de las estrategias generales que se suelen aplicar, es llamar la atención del paciente continuamente hacia el lado que ignora, situándose a su izquierda, hablándole desde ese lado, e incluso disponiendo los muebles de la vivienda de forma que obliguen a la persona a orientarse todo el tiempo hacia ese lado. Por ejemplo, situando la cama contra a la pared en el lado que sí atiende [2].
Por tanto, también es importante tener presentes estas consideraciones durante la rehabilitación neuropsicológica específica, a la hora de realizar ejercicios de atención.
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Bibliografía
- Sacks, O (1985). ¡Vista a la derecha! En: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, pp.107-10. Barcelona:Anagrama.
- Arnedo, M, Bembibre, J. y Triviño, M. (2013). Neuropsicología a través de casos clínicos. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
- Ardila, A. y Roselli, M. (2007). Neuropsicología clínica. México, D. F.: El Manual Moderno.
- Ramachandran, V.S. (2008). Creer es ver En: Los laberintos del cerebro, pp. 37-47. Barcelona: La Liebre de Marzo.
- Marshall, J. &Halligan, P.W. (1988). Blindsight and insight in visuo-spatialneglect. Nature, 336, 7: 766-7.
- Bisiach, E. &Luzzatti, C. (1978). Unilateral neglect of representationalspace. Cortex, 14: 129-33.
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