La neuropsicóloga Estefanía Lesser nos explica el impacto de la depresión en la cognición y por qué la estimulación cognitiva es crucial para los adultos mayores con depresión.
Introducción
El envejecimiento es un proceso natural que conlleva transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de las cuales afectan de forma directa la salud mental de los adultos mayores. En este contexto, la depresión en la vejez se ha convertido en una problemática creciente y muchas veces subestimada. Sus manifestaciones suelen diferir de las observadas en otras etapas del ciclo vital, y sus efectos no se limitan al plano emocional, sino que también impactan de manera significativa en las funciones cognitivas, como la memoria, la atención y las funciones ejecutivas.
A pesar de su alta prevalencia, la depresión en adultos mayores continúa siendo subdiagnosticada, especialmente cuando se presenta con síntomas atípicos o se confunde con deterioro cognitivo. Esta superposición puede dar lugar a cuadros como la pseudodemencia depresiva, donde la afectación cognitiva es secundaria a la depresión y potencialmente reversible. Ante este panorama, se vuelve urgente implementar estrategias terapéuticas que integren el tratamiento emocional con la preservación de las funciones cognitivas.
Entre estas estrategias, la estimulación cognitiva se ha consolidado como una intervención efectiva, con evidencia científica que respalda su capacidad para mejorar el rendimiento cognitivo, fortalecer la autoestima, reducir el aislamiento y prevenir el deterioro neurocognitivo. Su impacto positivo se potencia aún más cuando forma parte de un enfoque multidisciplinar, en el que participan neuropsicólogos, psicólogos clínicos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, fisioterapeutas, psiquiatras y cuidadores.
La depresión en adultos mayores y el impacto en su cognición
Qué es la depresión
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que implica una combinación de síntomas emocionales, físicos y cognitivos, incluyendo tristeza persistente, pérdida de interés, alteraciones del sueño, fatiga, dificultades para concentrarse y pensamientos negativos recurrentes (American Psychiatric Association, 2013). En personas mayores, este cuadro suele pasar desapercibido debido a manifestaciones atípicas como la apatía, la lentitud o las quejas somáticas (González-Fernández et al., 2020).
Prevalencia de la depresión en adultos mayores
Se estima que la prevalencia de depresión en adultos mayores oscila entre el 10% y el 15% en población general, pero puede alcanzar entre 20% y 25% en personas institucionalizadas o con enfermedades crónicas (Pérez-Arechaederra et al., 2018; World Health Organization [WHO], 2017).
En el contexto latinoamericano, estudios como la Encuesta SABE en Colombia han reportado prevalencias incluso superiores al 30% en personas mayores de 60 años (Albala et al., 2005).
Identificación clínica de la depresión en adultos mayores
Para su identificación clínica se utilizan instrumentos como la Escala de Depresión Geriátrica (GDS), el Inventario de Depresión de Beck-II adaptado para mayores y entrevistas estructuradas como el Mini International Neuropsychiatric Interview (MINI). Estas pruebas permiten un tamizaje eficaz ajustado al perfil cognitivo y emocional de esta población (Yesavage et al., 1982; González et al., 2013).
Síntomas de depresión en adultos jóvenes y mayores
En los adultos mayores, los síntomas depresivos pueden diferenciarse de los observados en adultos jóvenes. Pueden presentar apatía, irritabilidad, pérdida de energía, dificultades funcionales, retraimiento social y quejas somáticas persistentes (Blazer, 2003; Jeste et al., 1999). Estos síntomas no solo afectan el estado emocional, sino también el desempeño en tareas cognitivas, en particular en funciones ejecutivas como la planificación, memoria de trabajo, atención sostenida y control inhibitorio (Butters et al., 2004; Sachs-Ericsson et al., 2011).
Qué es la pseudodemencia depresiva
Una condición relevante en este contexto es la pseudodemencia depresiva, un síndrome clínico donde los síntomas depresivos simulan un deterioro cognitivo grave. A diferencia de las demencias neurodegenerativas como el alzhéimer, en la pseudodemencia los déficits cognitivos no progresan y pueden ser reversibles con tratamiento adecuado (Ritchie et al., 1994; Looi & Macfarlane, 2009). Los pacientes suelen ser conscientes de sus dificultades y tienden a dramatizarlas, lo que contrasta con la anosognosia típica de la demencia. Sin embargo, es importante destacar que algunos pacientes con pseudodemencia pueden evolucionar a una demencia irreversible si no se interviene a tiempo (Barnes et al., 2006).
¿Por qué la estimulación cognitiva es crucial para los adultos mayores con depresión?
La estimulación cognitiva comprende un conjunto de técnicas terapéuticas que buscan mantener o mejorar el funcionamiento de las funciones cognitivas. En adultos mayores con depresión, estas intervenciones no solo son recomendables, sino necesarias, debido a su efecto sobre múltiples dimensiones del bienestar.
1. Neuroplasticidad en la vejez
Aunque la plasticidad cerebral disminuye con la edad, el cerebro sigue siendo capaz de adaptarse, generar nuevas conexiones sinápticas y reorganizar redes neuronales en respuesta a estímulos ambientales y entrenamiento cognitivo (Park & Bischof, 2013; Draganski & May, 2008). Este principio sustenta la eficacia de la estimulación cognitiva, al fomentar la activación de áreas comprometidas por la depresión y compensar funciones deterioradas. Además, se ha demostrado que incluso en cerebros envejecidos, el aprendizaje de nuevas habilidades puede inducir cambios funcionales y estructurales duraderos (Valenzuela & Sachdev, 2009).
2. Reducción del impacto de la depresión en el funcionamiento cognitivo
La participación activa en ejercicios cognitivos ayuda a contrarrestar el enlentecimiento mental y la pérdida de iniciativa típicas de los episodios depresivos, favoreciendo la motivación y la concentración (Bennett & Thomas, 2014). Este tipo de intervención puede aliviar síntomas cognitivos secundarios de la depresión y mejorar el desempeño funcional diario.
3. Mejora del bienestar emocional
La práctica regular de estimulación cognitiva ofrece al adulto mayor una oportunidad de experimentar logros personales, superar retos y recuperar un sentido de competencia. Estos factores elevan la autoestima y reducen el sentimiento de inutilidad o desesperanza, comunes en la depresión geriátrica (Cummings et al., 2019).
4. Prevención del deterioro cognitivo mayor
La depresión en la vejez se asocia con un mayor riesgo de deterioro cognitivo leve y demencia (Ownby et al., 2006). Por ello, las intervenciones tempranas como la estimulación cognitiva no solo tratan los síntomas actuales, sino que pueden contribuir a ralentizar el declive cognitivo futuro.
Conclusión
En vista de estos hallazgos, en la segunda parte de este artículo profundizaremos en los beneficios específicos de la estimulación cognitiva, estrategias concretas de aplicación clínica y el papel del equipo interdisciplinar y los cuidadores en este proceso terapéutico.
Si te interesa seguir conociendo más acerca de la estimulación cognitiva en adultos mayores con depresión, puedes continuar leyendo la segunda parte de este artículo aquí.
Bibliografía
- Albala, C., et al. (2005). Envejecimiento y condiciones de salud en América Latina: resultados del estudio SABE. Organización Panamericana de la Salud.
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). American Psychiatric Publishing.
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- Yesavage, J. A., et al. (1982). Development and validation of a geriatric depression screening scale: A preliminary report. Journal of Psychiatric Research, 17(1), 37–49. https://doi.org/10.1016/0022-3956(82)90033-4
Preguntas frecuentes sobre el efecto placebo
1. ¿Qué relación existe entre la depresión y el deterioro cognitivo en adultos mayores?
La depresión puede causar afectación en funciones cognitivas como memoria, atención y funciones ejecutivas. En algunos casos, estos síntomas se confunden con demencia, como ocurre en la pseudodemencia depresiva.
2. ¿Qué es la pseudodemencia depresiva?
Es un síndrome en el que los síntomas depresivos simulan un deterioro cognitivo severo, pero reversible con tratamiento adecuado. A diferencia de la demencia, no hay una progresión neurodegenerativa.
3. ¿Por qué es difícil diagnosticar depresión en adultos mayores?
Los síntomas pueden ser atípicos: quejas somáticas, apatía o lentitud. Además, tiende a confundirse con el envejecimiento normal o con deterioro cognitivo leve.
4. ¿Cómo se diagnostica la depresión en personas mayores?
Con herramientas como la Escala de Depresión Geriátrica (GDS), el Inventario de Beck adaptado y entrevistas estructuradas como el MINI.
5. ¿Qué profesionales deben intervenir ante un caso de depresión con deterioro cognitivo?
El abordaje debe ser multidisciplinar e incluir neuropsicólogos, psicólogos clínicos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales y médicos de atención primaria.
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