Rafael A. Salas Muriel, doctor en psicología, expone en este artículo cómo el consumo del alcohol durante el embarazo puede afectar al cerebro fetal incrementando el riesgo de discapacidad intelectual.
El consumo de alcohol durante el embarazo es una de las causas prevenibles más comunes de defectos congénitos y discapacidad intelectual en todo el mundo. A pesar de las advertencias médicas, muchas pacientes con un historial previo de dependencia alcohólica continúan consumiendo alcohol durante la gestación, lo que tiene graves consecuencias para el desarrollo cerebral del feto y su posterior vida.
¿Qué es el consumo de alcohol durante el embarazo?
El consumo de alcohol durante el embarazo se refiere a la ingesta de bebidas alcohólicas por parte de la mujer gestante. El alcohol es una sustancia teratogénica, lo que significa que puede interferir en el desarrollo normal del feto, particularmente en el cerebro (Waisman y Benabarre, 2021). Incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden ser peligrosas, ya que el feto carece de la capacidad para metabolizarlo de manera efectiva, lo que aumenta la concentración de etanol en su organismo y en su cerebro en desarrollo.
El síndrome alcohólico fetal (SAF)
El síndrome alcohólico fetal (SAF) es el resultado más grave del consumo de alcohol durante el embarazo. Se caracteriza por un conjunto de anomalías físicas, cognitivas y conductuales que persisten durante toda la vida del individuo afectado. Entre los síntomas más comunes se encuentran el retraso del crecimiento, las malformaciones faciales, el daño cerebral y las dificultades de aprendizaje; asociados con frecuencia a los déficits de tiamina (Mateos-Díaz et al., 2022).
Los niños con SAF suelen presentar discapacidad intelectual de moderada a severa, junto con problemas de comportamiento y dificultades para interactuar socialmente. Estos síntomas son el resultado directo del impacto del alcohol en el desarrollo del cerebro fetal, que es altamente vulnerable durante el primer y segundo trimestre de gestación (McPhee y Hendershot, 2023).
Trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF)
No todos los fetos expuestos al alcohol desarrollan un cuadro completo de SAF. Los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) comprenden un rango más amplio de discapacidades, incluyendo problemas cognitivos y conductuales menos severos, pero igualmente incapacitantes. Los TEAF pueden incluir retraso en el desarrollo, problemas de memoria y atención, así como dificultades para resolver problemas que no estés revestidos de complejidad (Courtney et al., 2019).
El diagnóstico de TEAF puede ser difícil debido a la variabilidad de los síntomas, a intentos de la paciente por ocultar el consumo de alcohol durante la gestación, así como por la falta de malformaciones físicas evidentes. Sin embargo, las consecuencias sobre el funcionamiento cognitivo y emocional son persistentes, lo que afecta considerablemente la calidad de vida de las personas afectadas.
Efectos del alcohol en el desarrollo del cerebro fetal
El alcohol tiene efectos neurotóxicos que alteran el proceso de migración neuronal y la formación de conexiones sinápticas durante el desarrollo cerebral. Este daño es irreversible y afecta diversas áreas del cerebro, como el hipocampo, responsable de la memoria, y la corteza prefrontal, que regula la toma de decisiones y el control de impulsos (Egervari et al., 2021).
La exposición al alcohol durante el embarazo puede llevar a una reducción en el tamaño del cerebro (microcefalia), así como a la disfunción de neurotransmisores, lo que contribuye a problemas de aprendizaje y comportamiento en el futuro (Gupta et al., 2016).
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Discapacidad intelectual causada por el alcohol
Una de las consecuencias más graves del consumo de alcohol durante el embarazo es la discapacidad intelectual en los hijos. Esta discapacidad se manifiesta como dificultades en el aprendizaje, el razonamiento, la resolución de problemas y la adaptación social (Mattson et al., 2019). El grado de discapacidad intelectual puede variar, pero en muchos casos es severo, limitando la capacidad del individuo para llevar una vida independiente (Fein y Cardenas, 2015).
La discapacidad intelectual asociada al consumo prenatal de alcohol es completamente prevenible si se evita el consumo de alcohol durante el embarazo. Sin embargo, las consecuencias una vez que el daño ha ocurrido son permanentes y requieren intervenciones de apoyo durante toda la vida del afectado, como un adecuado diagnóstico a nivel neuropsicológico y una intervención lo más personalizada posible a los déficits que se detecten.
Riesgos de beber alcohol durante el embarazo
El consumo de alcohol durante el embarazo no solo aumenta el riesgo de SAF y TEAF, sino que también incrementa la probabilidad de abortos espontáneos, partos prematuros y bajo peso al nacer. Las complicaciones no se limitan al desarrollo neurológico, sino que también pueden afectar el desarrollo físico y la salud general del bebé. Se han descrito incluso casos de delirium tremens (Rahman y Paul, 2023).
A pesar de la evidencia abrumadora sobre los riesgos del alcohol en el embarazo, persisten mitos acerca de la seguridad de beber pequeñas cantidades de alcohol. Sin embargo, la recomendación médica es clara: no existe una cantidad segura de alcohol que se pueda consumir durante el embarazo.
Cómo afecta el consumo de alcohol al desarrollo cerebral del bebé
El desarrollo cerebral del feto es un proceso complejo y continuo que comienza en las primeras semanas de gestación. Durante este tiempo, el cerebro del feto pasa por etapas críticas de crecimiento y diferenciación celular. El consumo de alcohol en cualquier momento del embarazo puede interrumpir este proceso, causando daños que varían desde leves dificultades de aprendizaje hasta graves deficiencias cognitivas y físicas (Cohen et al., 2022).
La exposición al alcohol afecta principalmente a las células nerviosas en formación, reduciendo su número y alterando su organización (Bischoff-Grethe et al., 2024). Tal como hemos venido viendo a lo largo de este artículo, esto puede provocar un retraso en el desarrollo motor, problemas de conducta y una baja capacidad intelectual en el futuro.
La necesidad de la prevención del consumo de alcohol durante el embarazo
La necesidad de tratamiento psicológico y psiquiátrico en mujeres que consumen alcohol durante el embarazo es crucial para evitar los graves efectos que hemos visto que esta sustancia puede llegar a causar en el desarrollo del feto.
La total abstinencia del alcohol es la única medida efectiva para prevenir el síndrome alcohólico fetal (SAF) y otros trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF), que provocan discapacidad intelectual y diversas complicaciones físicas y cognitivas.
Debido a la naturaleza enormemente adictiva del alcohol, muchas mujeres embarazadas pueden encontrar dificultades para dejar de consumir por sí mismas, por lo que el apoyo profesional es fundamental. El tratamiento debe ser integral, combinando la psicoterapia con intervenciones psiquiátricas que ayuden a manejar los factores desencadenantes del consumo y a mantener la abstinencia.
En este sentido, la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la rehabilitación cognitiva han demostrado ser eficaces para modificar patrones de pensamiento y comportamiento relacionados con el alcoholismo. Estos enfoques permiten que las pacientes identifiquen las causas subyacentes de su consumo y desarrollen estrategias para evitar recaídas.
A su vez, la intervención psiquiátrica puede incluir el uso de fármacos que reduzcan los deseos de beber o estabilicen el estado anímico de la paciente, facilitando así su capacidad para mantenerse alejada del alcohol. La combinación de estos tratamientos no solo protege al feto de los efectos devastadores del alcohol, sino que también promueve una recuperación sostenida para la madre, mejorando su salud física y mental.
Bibliografía
- Bischoff-Grethe, A., Stoner, S. A., Riley, E. P., & Moore, E. M. (2024). Subcortical volume in middle-aged adults with fetal alcohol spectrum disorders. Brain communications, 6(5), fcae273. https://doi.org/10.1093/braincomms/fcae273
- Courtney, K. E., Li, I., & Tapert, S. F. (2019). The effect of alcohol use on neuroimaging correlates of cognitive and emotional processing in human adolescence. Neuropsychology, 33(6), 781–794. https://doi.org/10.1037/neu0000555
- Cohen, S. M., Alexander, R. S., & Holt, S. R. (2022). The Spectrum of Alcohol Use: Epidemiology, Diagnosis, and Treatment. The Medical clinics of North America, 106(1), 43–60. https://doi.org/10.1016/j.mcna.2021.08.003
- Egervari, G., Siciliano, C. A., Whiteley, E. L., & Ron, D. (2021). Alcohol and the brain: from genes to circuits. Trends in neurosciences, 44(12), 1004–1015. https://doi.org/10.1016/j.tins.2021.09.006
- Fein, G., & Cardenas, V. A. (2015). Neuroplasticity in Human Alcoholism: Studies of Extended Abstinence with Potential Treatment Implications. Alcohol research: current reviews, 37(1), 125–141.
- Gupta, K. K., Gupta, V. K., & Shirasaka, T. (2016). An Update on Fetal Alcohol Syndrome-Pathogenesis, Risks, and Treatment. Alcoholism, clinical and experimental research, 40(8), 1594–1602. https://doi.org/10.1111/acer.13135
- Mateos-Díaz, A. M., Marcos, M., y Chamorro, A. J. (2022). Wernicke-Korsakoff syndrome and other diseases associated with thyamine deficiency. Síndrome de Wernicke-Korsakoff y otras patologías asociadas al déficit de tiamina. Medicina clinica, 158(9), 431–436. https://doi.org/10.1016/j.medcli.2021.11.015
- Mattson, S. N., Bernes, G. A., & Doyle, L. R. (2019). Fetal Alcohol Spectrum Disorders: A Review of the Neurobehavioral Deficits Associated With Prenatal Alcohol Exposure. Alcoholism, clinical and experimental research, 43(6), 1046–1062. https://doi.org/10.1111/acer.14040
- Rahman, A., & Paul, M. (2023). Delirium Tremens. In StatPearls. StatPearls Publishing.
- Waisman, M., y Benabarre, A. (2021). Adicciones: Uso de sustancias psicoactivas y presentaciones clínicas de la enfermedad adictiva. Editorial Médica Panamericana.
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