La investigadora en biomedicina Daniela Ramos habla en este artículo sobre la atención sostenida y propone programas para la rehabilitación de la atención sostenida.
¿Qué es la atención?
La atención es una capacidad cognitiva básica y multidimensional fundamental para el procesamiento de la información [1].
Por una parte, se considera básica porque es imprescindible para el correcto funcionamiento de los procesos psicológicos superiores como el aprendizaje, recibiendo, seleccionando y asimilando los estímulos que posteriormente serán codificados y almacenados de manera organizada en la memoria [2].
Por otra parte, es multidimensional porque se compone de diversos niveles, los cuales conocemos como atención enfocada, sostenida, selectiva, alternante y dividida según el modelo clínico de Sohlberg y Mateer. La relación entre los distintos niveles es jerárquica, de modo que el buen funcionamiento de los niveles superiores depende del funcionamiento adecuado de los niveles inferiores y menos complejos [1].
El estudio del desarrollo de la atención ha evidenciado que, desde el nacimiento hasta el primer año, la capacidad atencional de los niños se basa únicamente en mantener un estado de alerta y orientarse a los eventos sensoriales, lo que corresponde a la atención enfocada.
Durante este primer periodo, la duración de observación varía, siendo:
- Mayor a las 8-10 semanas,
- disminuyendo durante los 3 a 6 meses por un procesamiento de información más competente que necesita menos tiempo para procesar los estímulos,
- observándose, a partir de los 7, una mayor variabilidad en la duración de observación, ya que la mayor capacidad procesamiento les permite procesar rápidamente estímulos sencillos, pero les permite a su vez procesar otros más complejos que requieren más tiempo.
A partir del primer año de vida hasta la adultez se dará un desarrollo progresivo de la flexibilidad atencional y la capacidad de control y manipulación de la atención, dando lugar a los niveles atencionales más complejos previamente mencionados [3].
¿A qué llamamos atención sostenida?
La atención sostenida, en particular, corresponde a la “habilidad para mantener una respuesta de comportamiento constante durante una actividad continua o repetitiva” [1]. En otras palabras, este tipo de atención implica mantener una conducta de vigilancia, centrando nuestra atención en un único estímulo por un determinado tiempo.
Además, nos permite manipular y procesar la información procedente de los estímulos atendidos a través de la memoria de trabajo. La vigilancia y la memoria de trabajo son los dos subcomponentes de la atención sostenida que proponen Sohlberg y Mateer [4].
Un ejemplo de la vida cotidiana donde ponemos en marcha nuestra atención sostenida es la lectura, una actividad que requiere una respuesta continua ante un estímulo concreto, el texto, así como el procesamiento, la de información recibida que nos permite comprender lo que estamos leyendo.
Deterioro de la atención sostenida y rehabilitación
Esta capacidad cognitiva es especialmente vulnerable a las afectaciones en el cerebro que pueden surgir por una enfermedad neurológica (p. ej., la enfermedad de Alzheimer; [5,6]), un daño cerebral adquirido (p. ej., traumatismo craneoencefálico; [7]), trastornos del desarrollo (p. ej., autismo y TDAH; [8-10]) e incluso trastornos psiquiátricos (p. ej., depresión; [11]). Los déficits se traducen en una interrupción de la vigilancia debido a una capacidad limitada para mantener una respuesta ante una tarea o una capacidad fluctuante resultado de los lapsos atencionales [4].
No obstante, gracias a la neuroplasticidad, es decir, la capacidad que tiene el cerebro para modificarse estructural como funcionalmente, se puede mejorar o compensar los déficits cognitivos, en tanto en cuanto se lleve a cabo una rehabilitación apropiada.
Hasta hace poco, los programas de rehabilitación de la atención se han basado en tareas de lápiz y papel, comúnmente denominadas fichas. Un ejemplo de este tipo de ejercicios para la atención sostenida son las tareas en las que la persona debe contar el número de estímulos que se le presenta en una hoja.
No obstante, durante los últimos años, el auge de las nuevas tecnologías (TIC) ha dado paso a un creciente uso de estas herramientas digitales para la implementación de nuevos programas de rehabilitación cada vez más eficaces.
En este sentido, existe una variedad de programas informatizados cuyo enfoque se basa en la repetición de tareas atencionales de dificultad ascendente con el fin de restaurar las redes neuronales de la atención [12].
Programas para trabajar la atención
Uno de los programas más utilizados es el Attention Process Training (APT; [1]), que al estar basado en el modelo clínico previamente mencionado, contiene ejercicios de atención sostenida, selectiva, dividida y alternante, utilizando estímulos auditivos, así como ejercicios de lápiz y papel.
La atención sostenida en concreto se trabaja a través de ejercicios en los que la persona debe atender e identificar estímulos diana, normalmente palabras o secuencias de estas, y ejercicios de cálculo mental. Por ejemplo, uno de los ejercicios consiste dar un golpe en la mesa cada vez que escuche un número que es el consecutivo al anterior.
Este programa ha demostrado ser eficaz en su propósito, no obstante, la búsqueda de un mayor valor ecológico en la rehabilitación ha promovido el desarrollo de nuevos programas en los que se incluyen ejercicios basados en actividades de la vida diaria, y más recientemente utilizando la realidad virtual [p. ej., 13-15].
Un claro ejemplo de este avance en la concepción del entrenamiento de la atención, y otras funciones cognitivas es el programa NeuronUP. Se trata de una plataforma virtual en la que el profesional cuenta con una amplia gama de juegos para cada función cognitiva, tanto para adultos como para niños.
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Bibliografía
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- Gagne, R. M. Instruction and the conditions of learning. Psychology of school learning: Views of the learner. 1974;1:153-175.
- Swingler MM, Perry NB, Calkins SD. Neural plasticity and the development of attention: Intrinsic and extrinsic influences. Development and Psychopathology. 2015;27(02):443–57.
- Sohlberg MM, Mateer CA. Improving Attention and Managing Attentional Problems. Annals of the New York Academy of Sciences. 2006;931(1):359–75.
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