Beth Rush explica en este artículo qué es el traumatismo craneoencefálico, los tipos, niveles de gravedad y cómo realizar la evaluación y el tratamiento.
Un traumatismo craneoencefálico es cualquier tipo de traumatismo en el cerebro, el cuero cabelludo o el cráneo. Los traumatismos craneoencefálicos son una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en adultos. Cada año, alrededor de 1,5 millones de estadounidenses sufren un traumatismo craneoencefálico, con una tasa de mortalidad estimada del 3%.
Tipos de Traumatismo craneoencefálico
Los traumatismos craneoencefálicos pueden dividirse en dos tipos principales: cerrados y penetrantes.
Traumatismo craneal cerrado
Una lesión craneal cerrada es cualquier traumatismo que reciba la cabeza y que no atraviese el cráneo. Las lesiones pueden ir desde heridas leves hasta lesiones graves devastadoras, potencialmente mortales, con secuelas físicas, cognitivas o psicológicas para toda la vida.
Los traumatismos craneoencefálicos cerrados son la principal causa de mortalidad en menores de 4 años y la primera causa de discapacidad física y deterioro cognitivo en jóvenes.
Pueden causar fracturas en el cráneo, así como daños considerables en el cerebro. Puede ser en forma de hematoma, conmoción cerebral o provocar una hemorragia intracraneal.
El tratamiento depende de la lesión y de su gravedad. Hay distintos tipos de opciones de tratamiento para quienes han sufrido un traumatismo craneal cerrado, como la rehabilitación cognitiva, la educación del paciente y la farmacoterapia. Las lesiones leves no necesitan tratamiento.
Traumatismo craneoencefálico penetrante
Un traumatismo craneal penetrante se produce cuando un incidente hace que un objeto extraño se aloje en la cabeza o la atraviese. Los planes de cuidados para este tipo tienen dos fases. Hay que vigilar la PIC y la tensión arterial y estabilizar la cabeza y la columna vertebral, además de cualquier otra vigilancia necesaria en un traumatismo craneal cerrado.
Además, habrá que retirar el objeto penetrante y desbridar e irrigar la herida. Si el objeto extraño está cerca de una estructura vascular principal, debe realizar una angiografía para evaluar el riesgo de lesión vascular antes de extraerlo. A continuación, desbridar e irrigar para ayudar a prevenir la infección. Los traumatismos craneales penetrantes son increíblemente susceptibles a las infecciones, ya que los objetos suelen ser portadores de gérmenes y suciedad, por lo que es esencial un cuidado adecuado de la herida.
Niveles de gravedad de los traumatismos craneoencefálicos
Traumatismo craneoencefálico leve
Los traumatismos craneoencefálicos leves se dividen a su vez en traumatismos craneoencefálicos de riesgo bajo o moderado. La mayoría de los traumatismos craneoencefálicos leves se tratan inicialmente como de bajo riesgo. Sin embargo, si los síntomas progresan en gravedad o duración, se convierte en un traumatismo craneoencefálico leve de riesgo moderado y requiere cuidados diferentes.
Traumatismo craneoencefálico leve de bajo riesgo
Los efectos secundarios habituales de los traumatismos craneoencefálicos leves de bajo riesgo son náuseas, cefaleas y mareos. Por lo general, estos pacientes no necesitarán ningún tipo de diagnóstico por imagen y pueden ser dados de alta tras una observación mínima si tienen a alguien en casa que pueda vigilarlos de forma rutinaria. Envíelos a casa con un plan detallado de cuidados y signos a los que debe estar atento.
Las conmociones cerebrales son la causa más frecuente de síntomas de traumatismo craneoencefálico leve, por lo que es importante evaluar a su paciente en consecuencia. Clasificarás la gravedad de la conmoción cerebral de un nivel I a un nivel V.
- Nivel I: confusión leve, pero sin cambios en la memoria.
- Nivel II: amnesia anterógrada durante menos de cinco minutos y confusión.
- Nivel III: síntomas del nivel anterior más amnesia retrógrada y pérdida de conocimiento durante menos de cinco minutos.
- Nivel IV: la pérdida de conocimiento dura entre cinco y diez minutos.
- Nivel V: pérdida de conocimiento superior a 10 minutos.
Traumatismo craneoencefálico leve de riesgo moderado
Los pacientes que experimenten náuseas extremas o prolongadas, dolor de cabeza y mareos o pérdida de conciencia, amnesia anterógrada o signos de intoxicación deben pasar a la categoría de traumatismo craneoencefálico de riesgo moderado.
Requieren pruebas de imagen, como un TAC, y al menos ocho horas de observación. Para que se pueda autorizar su alta, el paciente debe tener un resultado positivo en el escáner, dar negativo en la prueba de alcoholemia y pasar las horas de observación sin problemas.
En la mayoría de los traumatismos craneoencefálicos leves, los síntomas mejoran al cabo de una o dos semanas. Si la afección persiste al cabo de dos meses, pero sin síntomas nuevos o que empeoren, es posible que su paciente padezca un síndrome postconmocional (SPC).
La persistencia de los síntomas puede dificultar mucho su vida cotidiana. Tras una conmoción cerebral, los pacientes tienen entre un 5 % y un 30 % de probabilidades de sufrir un SPC. Aunque esta afección puede ser bastante debilitante, puede tranquilizar a los pacientes diciéndoles que, por lo general, los síntomas desaparecerán con el tiempo.
Traumatismo craneoencefálico de moderado a grave
Los traumatismos craneoencefálicos de moderados a graves se caracterizan por una puntuación GCS de 12 o inferior. Los pacientes con un traumatismo craneoencefálico más grave pueden tener síntomas similares a los de un traumatismo craneoencefálico leve, pero también pueden experimentar:
- Náuseas, vómitos o dolor de cabeza intensos o que empeora,.
- pupilas dilatadas,
- dificultad para hablar,
- debilidad o entumecimiento de brazos o piernas,
- no despertarse del sueño,
- pérdida de coordinación,
- cambios de humor o irritabilidad.
La prioridad en un traumatismo craneoencefálico de este tipo es evitar más lesiones o daños secundarios. Puede ser necesario estabilizar la cabeza y la columna vertebral. También debe controlar la tensión arterial, la presión intracraneal y el flujo de sangre y oxígeno al cerebro.
Trabaje primero para controlar todos estos factores y estabilizar al paciente en la medida de lo posible. Durante este proceso, evalúe al paciente en busca de otras lesiones y daños corporales, ya que un traumatismo craneoencefálico rara vez se produce en el vacío.
Evaluación de traumatismos craneoencefálicos
La evaluación rápida es esencial para todos los traumatismos craneoencefálicos. Sin atención inmediata, la situación puede empeorar rápidamente. La evaluación mediante preguntas, la escala de coma de Glasgow (ECG) y la obtención de imágenes deben ser los primeros pasos ante cualquier traumatismo craneal.
Preguntas
Comience su evaluación formulando una serie de preguntas básicas para determinar los antecedentes. Puede que tenga que preguntar al personal de urgencias o a un familiar si el paciente está inconsciente o lo estaba en el momento de la lesión. Tome notas y haga las preguntas de seguimiento necesarias hasta que se sienta seguro de los pasos a seguir. Algunas preguntas pueden ser
- ¿Qué estaba haciendo cuando ocurrió el incidente?
- ¿Dónde se lesionó la cabeza?
- ¿Hay otras lesiones?
- ¿Perdió el conocimiento? En caso afirmativo, ¿durante cuánto tiempo?
- ¿Cuál es el nivel de dolor?
- ¿Siente algún otro síntoma?
Escala de coma de Glasgow
La escala de coma de Glasgow es el método más habitual para evaluar las lesiones cerebrales agudas. Se evalúa la apertura de los ojos, la respuesta verbal y la respuesta motora del paciente, para terminar con una puntuación entre tres y 15. Estos totales reflejan la gravedad actual de la lesión craneal.
- Leve: puntuación de 13-15.
- Moderado: puntuación de 9-12.
- Grave: puntuación de 8 o menos.
Realícelos de forma rutinaria para seguir los progresos o la regresión. Es probable que ya tenga al menos una puntuación de referencia con la que comparar su evaluación.
Pruebas y seguimiento
En algunos casos, puede ser necesario realizar más pruebas de imagen y seguimiento. Las opciones tradicionales de diagnóstico por imagen en caso de traumatismo craneoencefálico son la TC o la RM. También puede ser necesario establecer un monitor de presión intracraneal (PIC) para controlar la inflamación de los tejidos y ayudar a prevenir más lesiones cerebrales.
Tratamiento de las lesiones craneales
Una vez establecido el diagnóstico, proceda con el plan de tratamiento adecuado en función de la gravedad de la lesión. El tratamiento de los traumatismos craneoencefálicos leves es mínimo: observación a corto plazo y analgésicos de venta libre con seguimiento si los síntomas empeoran.
Sin embargo, la mayoría de los traumatismos craneoencefálicos cerrados de moderados a graves y los traumatismos craneoencefálicos penetrantes requerirán cuidados adicionales.
Medicación
La medicación prescrita puede ayudar a los pacientes con diversos síntomas.
- Anticonvulsivos: para prevenir las convulsiones;
- relajantes musculares: para reducir los espasmos musculares;
- anticoagulantes: para prevenir los coágulos sanguíneos;
- fármacos inductores del coma: para reducir el flujo de oxígeno al cerebro;
- diuréticos: para reducir la PIC disminuyendo la cantidad de líquido;
- antidepresivos y ansiolíticos: para estabilizar el estado de ánimo y disminuir la sensación de pánico.
Cirugía
A menudo es necesaria la cirugía con traumatismos craneoencefálicos cerrados de moderados a graves o un traumatismo craneoencefálico penetrante. Entre las posibilidades que puede encontrar se incluyen:
- Extracción de hematomas,
- desbridamiento de tejido muerto o dañado,
- reparación de fracturas de cráneo,
- aliviar la presión en el cráneo,
- detener una hemorragia cerebral.
Rehabilitación
Una vez que el paciente ha superado el tratamiento inicial, la mayoría de los que sufren traumatismos craneoencefálicos cerrados de moderados a graves o traumatismos craneoencefálicos penetrantes necesitarán algún tipo de servicios de rehabilitación. Es posible que necesiten derivaciones o atención ampliada de un:
- Fisioterapeuta,
- logopeda,
- terapeuta ocupacional,
- asesor psicológico,
- neuropsicólogo,
- fisiatra,
- trabajador social,
- enfermero de daño cerebral traumático o de rehabilitación.
En resumen
En la exploración inicial, recoja toda la información pertinente y evalúe la puntuación de la escala de Glasgow del paciente.
Una puntuación de 13-15 indica un traumatismo craneoencefálico leve. Manténgalo en observación a corto plazo y envíelo a casa con instrucciones de cuidados.
Una puntuación de 12 o menos implica un traumatismo craneoencefálico de moderado a grave y requerirá pruebas de imagen y monitorización.
El aspecto más crítico del tratamiento en estos casos es prevenir más lesiones y daños secundarios.
Bibliografía
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- Gaines, Kathleen. (2022). Understanding and Interpreting the Glasgow Coma Scale (Comprensión e interpretación de la escala de coma de Glasgow). Full Beaker, Inc.
- ¿Qué es el síndrome post-conmoción cerebral? Fundación Concussion Legacy.
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