El cardiólogo Sameer Ather expone cuatro causas infrecuentes del accidente cerebrovascular (ACV).
El accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como ictus, es una de las principales causas de muerte –representa la segunda causa de mortalidad en España– afectando cada año a unas 130.000 personas en nuestro país según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Esta patología se produce bien por la obstrucción de un vaso sanguíneo (ACV isquémico) o por su ruptura (ACV hemorrágico).
Debido al flujo sanguíneo inadecuado, las células nerviosas del cerebro se ven dañadas y, en consecuencia, las células nerviosas del área afectada tampoco funcionan. Varios factores de riesgo conocidos y enfermedades pueden derivar en esta patología o hacer que un individuo sea más susceptible a ella; entre estos se incluyen las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial y la fibrilación auricular.
Sin embargo, existen algunas enfermedades y circunstancias poco frecuentes que pueden dar lugar a este trastorno. Un médico puede encontrarse en una situación en la que un paciente de bajo riesgo tenga un coágulo sin causa aparente, como le pasó al Dr. José Biller de la Loyola University (Chicago, EE.UU.).
Cuando el paciente no tiene antecedentes conocidos de enfermedad cardiovascular, no fuma y realiza ejercicio de forma habitual y aun así sufre un accidente cerebrovascular, resultará práctico considerar algunas de las causas infrecuentes del ictus. Si se tienen en cuenta los miles de kilómetros de vasos que son responsables del transporte del 20-25% de la sangre del cuerpo, las posibles causas pueden ser múltiples, y entre estas se incluyen las que se destacan a continuación.
4 Causas infrecuentes del ictus
Enfermedad de Moyamoya
La enfermedad de Moyoma es una de las causas infrecuentes del ictus. Es una enfermedad rara en la que las arterias carótidas se estrechan con el tiempo. A medida que los vasos se estrechan, pueden romperse produciendo sangrados u obstruirse de forma total. Se desconoce la causa del estrechamiento de los vasos sanguíneos, pero se sospecha que la aparición de la enfermedad podría estar relacionada con anomalías genéticas. Los niños corren mayor riesgo de contraer la enfermedad de Moyamoya, presentando síntomas entre los que se incluyen los trastornos del desarrollo, trastornos del habla y movimientos involuntarios.
El daño cerebral grave es una de las consecuencias de esta enfermedad. Lo que sucede es que, para compensar la pérdida de flujo sanguíneo causada por el estrechamiento de los vasos, se forma otra red, pero que es incapaz de compensar la demanda que los vasos ordinales cubrían. Conocer la historia clínica del paciente que sufre la enfermedad de Moyamoya es esencial para evitar problemas médicos graves. La RM, TAC y SPECT son pruebas diagnósticas que sirven para evaluardaños en los vasos sanguíneos.
Angioma cavernoso (AC)
También llamado AC; se trata de una agrupación anormal de los vasos sanguíneos cerebrales que se dilatan y alteran su estructura. Los capilares no están formados por fibras elásticas como generalmente pasa con los vasos sanguíneos más grandes, y el grosor de sus paredes también es más delgado.
Debido a la malformación de los vasos sanguíneos, estos tienden a romperse, dando lugar a ictus hemorrágicos. Las células anormales se localizan en una parte del cuerpo como bien puede ser la médula espinal, el cerebro o el tronco encefálico.
La pérdida de la audición o la visión, los dolores de cabeza y los ataques epilépticos son algunos de los síntomas producidos por este trastorno. Los angiomas cavernosos pueden empezar a sangrar, causando síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular. Los médicos los diagnostican mediante resonancia magnética, ya que este grupo de vasos sanguíneos no son visibles en angiografías estándares. Por este motivo, los pacientes no pueden someterse a cirugía por catéter. La gravedad de la patología depende del nivel de sangrado.
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Síndrome antifosfolípido (SAF)
Otra de las causas infrecuentes del ictus es el síndrome antifosfolípido. Los anticuerpos a veces pueden atacar una parte sana del cuerpo en lugar de combatir infecciones. En esta enfermedad, los anticuerpos van a por los fosfolípidos, sustancias esenciales para la coagulación de la sangre. Si los fosfolípidos se ven comprometidos, facilitan la formación de coágulos en los vasos sanguíneos, privando así al cerebro de una correcta circulación sanguínea.
Cuando la coagulación es anormal pueden surgir problemas como dolores de cabeza recurrentes, náuseas y dolor torácico. Los antecedentes familiares representan un factor de riesgo para padecer este síndrome. Las personas con lupus, con infecciones sanguíneas o que estén tomando ciertos medicamentos también corren mayor riesgo de tener SAF.
Esta enfermedad se diagnostica a través de una prueba de sangre que detecta la presencia del anticuerpo anti β2–glicoproteína I, los anticuerpos anticardiolipina y el anticoagulante lúpico. Una resonancia magnética y una tomografía computarizada ayudarán a determinar la parte afectada y el daño provocado.
Síndrome de vasoconstricción cerebral reversible (SVCR)
El síndrome de vasoconstricción cerebral reversible es la última de las causas infrecuentes del ictus de las que hablamos hoy. El SVCR abarca un amplio grupo de trastornos que entrañan problemas de dilatación y constricción de los vasos sanguíneos. Esta patología hace que las arterias cerebrales se contraigan, dando como resultado la reducción del flujo sanguíneo.
Los expertos aún no han identificado las causas del vasoespasmo. Se sospecha que los cambios que se producen en el cuerpo después del parto contribuyen al SVCR en mujeres, quienes además corren mayor riesgo de contraer la enfermedad que los hombres. Debido al estrechamiento de los vasos sanguíneos, el SVCR se caracteriza por fuertes dolores de cabeza. La circulación reducida en ciertas partes del cuerpo interfiere con las funciones principales.
Debilidad en un lado del cuerpo, cambios en la visión y convulsiones son otros factores a tener en cuenta cuando se sospecha de SVCR. Un ataque isquémico transitorio es una de las principales complicaciones del SVCR. La patología es reversible; con diagnóstico y tratamiento tempranos, el paciente puede recuperarse en tres meses.
Conclusión
Dependiendo de las causas subyacentes, algunos infartos cerebrales pueden ser leves mientras que otros son graves. Cuando el ictus es grave, puede provocar problemas de movilidad en una parte del cuerpo o en todo el cuerpo. La recuperación después de un ictus puede ser larga y requiere de una terapia intensiva para rehabilitar las partes afectadas del cuerpo. Algunos supervivientes de ictus deben aprender de nuevo a moverse y a hablar.
Conocer no solo las principales causas del ACV, sino también las causas infrecuentes del ictus, es esencial tanto para los médicos como para las personas que tienen un riesgo muy alto de sufrir un ictus.