Puede deberse a múltiples causas (metabólicas, infecciosas, cromosómicas, etc.) y originarse en diferentes momentos (antes de que el bebé nazca, durante el parto o a causa de una enfermedad grave en la infancia).
Se ven afectadas las habilidades sociales y prácticas, es decir, las habilidades de la vida diaria que se necesitan para vivir, trabajar y jugar en la comunidad: la comunicación, las habilidades sociales e interpersonales, el autocuidado, la vida doméstica, el autocontrol, las habilidades académicas básicas (lectura, escritura y matemáticas básicas), el trabajo, el ocio, la salud y la seguridad. Se considera que existe una limitación en las capacidades adaptativas si existe un déficit en al menos dos de estas áreas en comparación con los niños de la misma edad y la cultura.
Hay que destacar que la discapacidad intelectual se expresa cuando una persona con limitaciones significativas interactúa con el entorno, dependiendo así tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que presenta dicho entorno. Según éste sea más o menos facilitador, la discapacidad se expresará de manera diferente. Así, la discapacidad intelectual de un individuo no es una entidad fija e imposible de cambiar. Va siendo modificada por el crecimiento y desarrollo biológico del individuo y por la disponibilidad y calidad de los apoyos que recibe, en una interacción constante y permanente entre el sujeto y su ambiente.
Síndrome de Down
Dentro de esta categoría merece mención especial el síndrome de Down, principal causa de discapacidad intelectual y la alteración genética humana más común. Esta alteración genética provoca que, en general, aprendan más lentamente que el resto de la población, y la mayoría tienen un deterioro cognitivo de leve a moderado. Los déficits más comunes son:
Retraso en el lenguaje
Aunque la conducta pre-lenguaje como es el balbuceo parece normal en bebés con síndrome de Down, muy pronto aparecen dificultades y retrasos en el desarrollo del lenguaje relacionados con los aspectos fonológicos y sintácticos del habla. Los aspectos más afectados son la articulación, la fonología, la imitación vocal, la longitud media de los enunciados y la sintaxis expresiva.
Problemas de memoria
Presentan dificultades para retener información, tanto por limitaciones al recibirla y procesarla (memoria a corto plazo) como al consolidarla y recuperarla (memoria a largo plazo). Todo esto se traduce también en dificultades ante tareas donde se necesita la memoria de trabajo.
Es imprescindible trabajar con ellos desde que son muy pequeños. Para ello existen programas de Atención Temprana llevados a cabo por un equipo multidisciplinar (pediatra, neuropediatra, psicólogos, psicopedagogos, etc.), siempre con participación activa de la familia, que estimulan todos los ámbitos: el desarrollo psicomotor, el cognitivo, el lingüístico y la esfera socioafectiva.
La finalidad última es conseguir que estas personas sean los más independientes y autónomas posibles y se integren en la sociedad como un miembro productivo más, pudiendo llegar a desempeñar determinados trabajos perfectamente.