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Niebla mental post COVID-19: Evaluación clínica del deterioro atencional

Niebla mental post COVID-19 Evaluación clínica del deterioro atencional

Niebla mental post COVID-19 Evaluación clínica del deterioro atencional

Este artículo presenta un resumen clínico de las alteraciones atencionales post COVID-19 analizadas en el estudio «Insights into attention and memory difficulties in post-COVID syndrome using standardized neuropsychological tests and experimental cognitive tasks».

Introducción

Este artículo está inspirado y basado en el estudio publicado por Arbula et al. (2024) en Scientific Reports, titulado “Insights into attention and memory difficulties in post-COVID syndrome using standardized neuropsychological tests and experimental cognitive tasks”. El estudio proporciona un marco riguroso e innovador para la evaluación de los trastornos atencionales y de memoria observados en pacientes que han superado la infección por SARS-CoV-2. Basándonos en sus conclusiones, ofrecemos una síntesis clínica de las alteraciones atencionales post COVID-19, integrando métodos de evaluación clásicos y experimentales, así como propuestas terapéuticas adaptadas.

¿Qué es la niebla mental post COVID-19 y por qué afecta a la atención?

Manifestaciones clínicas de la niebla mental

La niebla mental no es una entidad diagnóstica formal, pero se ha convertido en una etiqueta funcional para describir una constelación de síntomas subjetivos: dificultad para concentrarse, olvidos frecuentes, pensamiento lento, fatiga cognitiva y problemas para mantener la atención durante tareas prolongadas o complejas.

En contextos clínicos, estos síntomas se asemejan a los observados en trastornos como la encefalomielitis miálgica, la fibromialgia o el síndrome postconmocional.

Incidencia de la niebla mental en pacientes recuperados de COVID-19

Estudios epidemiológicos señalan que hasta un 20% de los pacientes que han pasado por COVID-19 presentan algún tipo de deterioro cognitivo medible, siendo las funciones atencionales las más comúnmente afectadas. En particular, personas que no fueron hospitalizadas pero reportan alteraciones cognitivas subjetivas suelen presentar dificultades sostenidas en pruebas neuropsicológicas sensibles al control atencional.

Evaluación de la atención en pacientes post COVID-19

Abordaje de la atención desde la neuropsicología tradicional

La atención ha sido históricamente evaluada mediante pruebas como el Trail Making Test (TMT), el Stroop Test, el PASAT o el Test de símbolos y dígitos. Estas herramientas permiten detectar alteraciones en atención sostenida, atención dividida y control inhibitorio.

En estudios recientes con pacientes post COVID-19, se observaron rendimientos disminuidos en estas pruebas, incluso en individuos sin antecedentes previos de deterioro cognitivo. Esto sugiere un impacto directo del SARS-CoV-2 o sus consecuencias inflamatorias en circuitos neuronales implicados en la atención y las funciones ejecutivas frontales.

Tareas cognitivas experimentales: una nueva ventana

Más allá de los test clásicos, se han desarrollado tareas experimentales para explorar con mayor precisión funciones específicas.

Por ejemplo:

Estas tareas, originalmente utilizadas en investigaciones con adultos jóvenes sanos, se han adaptado para poblaciones clínicas, permitiendo detectar déficits sutiles que podrían pasar desapercibidos en baterías convencionales.

Principales hallazgos sobre la atención post COVID-19

Resultados de estudios recientes

Un estudio llevado a cabo por Arbula y colaboradores (2024) evidenció que los pacientes post COVID-19 presentaban un rendimiento significativamente inferior en tareas de atención controlada, especialmente en la tarea Flanker y Visual Arrays.

A nivel neuropsicológico, se detectaron también alteraciones en el Stroop Test y en la TMT-B, que son sensibles a la interferencia cognitiva y a la flexibilidad mental, respectivamente.

Relevancia clínica

Estos resultados subrayan que la atención es uno de los dominios más vulnerables tras una infección por COVID-19. Este deterioro puede manifestarse como:

Estas limitaciones tienen un impacto significativo en la calidad de vida, en la autonomía funcional y en la reintegración sociolaboral del paciente.

Influencia del estado emocional en la atención

Ansiedad y depresión como factores moduladores

Los pacientes post COVID-19 evaluados también mostraron niveles elevados de ansiedad (STAI) y depresión (BDI), lo cual podría actuar como un factor confusor o amplificador de los síntomas cognitivos. La literatura señala que los síntomas afectivos pueden exacerbar las quejas subjetivas, incluso en ausencia de un déficit objetivo.

¿Podría tratarse de un trastorno cognitivo funcional?

Una hipótesis planteada es que en algunos casos la disfunción atencional post COVID-19 podría formar parte de un cuadro más amplio de trastorno cognitivo funcional, caracterizado por síntomas inconsistentes y desproporcionados respecto a los hallazgos neuropsicológicos. Sin embargo, esto no descarta la experiencia real de los pacientes, sino que apunta a un modelo biopsicosocial en el que factores emocionales y cognitivos interactúan.

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Recomendaciones clínicas

Evaluación multidimensional

Dado que las dificultades atencionales pueden tener múltiples orígenes (neurobiológicos, emocionales, funcionales), se recomienda una evaluación que integre:

Intervención personalizada

Según el perfil del paciente, pueden plantearse diferentes abordajes terapéuticos:

Limitaciones y líneas futuras de investigación

A pesar de los avances, siguen existiendo lagunas en la comprensión de los mecanismos subyacentes a los déficits de atención post COVID-19:

Conclusiones clínicas sobre la niebla mental y la atención tras COVID-19

La atención es uno de los dominios más sensibles a las secuelas post COVID-19. La integración de métodos tradicionales y experimentales ha permitido identificar déficits sutiles que pueden tener un gran impacto funcional. Reconocer, evaluar y tratar estos problemas debe ser una prioridad clínica, dado su efecto en la autonomía, el rendimiento laboral y la salud mental de los pacientes.

Un enfoque multidisciplinar que contemple tanto los aspectos neurocognitivos como los psicoafectivos será clave para ofrecer un acompañamiento eficaz a las personas afectadas por la “niebla mental” tras la COVID-19.

Bibliografía

Preguntas frecuentes sobre la atención post COVID-19

1. ¿Por qué la atención se ve afectada después del COVID-19?

Numerosos estudios han demostrado que el COVID-19 puede provocar alteraciones en los circuitos neuronales responsables de la atención, especialmente en las redes frontoparietales. La inflamación sistémica, la disfunción endotelial y los cambios en la oxigenación cerebral podrían estar implicados en esta disfunción de la atención, incluso en pacientes con síntomas leves de la enfermedad.

2. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de un déficit de atención post COVID-19?

Los pacientes suelen reportar dificultades para:

  • Concentrarse durante tareas prolongadas.
  • Mantener la atención ante estímulos múltiples.
  • Recordar instrucciones recientes.
  • Leer o trabajar sin distraerse fácilmente.

Estos síntomas impactan de forma significativa en la funcionalidad laboral, académica y social.

3. ¿Cómo se evalúa clínicamente la atención en pacientes post COVID-19?

La atención puede evaluarse mediante:

  • Pruebas neuropsicológicas tradicionales, como el Stroop Test o el Trail Making Test.
  • Tareas experimentales específicas, como la tarea Flanker o las Visual Arrays.
  • Cuestionarios subjetivos, que permiten valorar la percepción del paciente sobre su atención en la vida diaria.

Un enfoque multidimensional mejora la precisión diagnóstica y permite diseñar intervenciones personalizadas.

4. ¿Es posible recuperar la atención afectada tras el COVID-19?

Sí. La atención es una función cognitiva que puede entrenarse y rehabilitarse. Existen programas de estimulación cognitiva, tanto presenciales como digitales, que han mostrado eficacia en mejorar la atención sostenida, selectiva y dividida. Además, abordar factores emocionales como la ansiedad o la depresión es fundamental para lograr una recuperación integral de la atención.

5. ¿Qué estrategias pueden mejorar la atención en la vida diaria?

Algunas estrategias útiles para mejorar la atención incluyen:

  • Reducir distracciones ambientales (ruido, multitarea).
  • Establecer rutinas estructuradas.
  • Utilizar recordatorios visuales o tecnológicos.
  • Dividir tareas complejas en pasos más pequeños.
  • Practicar técnicas de mindfulness, que ayudan a entrenar la atención plena.

6. ¿Cuál es la diferencia entre un problema de atención y una queja subjetiva sin base objetiva?

En algunos casos, los pacientes pueden experimentar una disminución percibida de la atención sin que existan alteraciones en pruebas objetivas. Esta discrepancia puede deberse a estados de ansiedad, fatiga o a un trastorno cognitivo funcional. Sin embargo, la queja debe ser tomada en serio y evaluada por un profesional para descartar déficits atencionales reales.

7. ¿La atención post COVID-19 se puede ver afectada a largo plazo?

Sí. Aunque en muchos casos los síntomas son transitorios, existe un subgrupo de pacientes que continúa experimentando problemas de atención durante varios meses o incluso más de un año después de la infección. Estos casos requieren seguimiento clínico, evaluación periódica y estrategias de intervención a largo plazo.

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