Analí Naranjo García, neuropsicóloga infantil, expone en este artículo la coexistencia entre el autismo y la dislexia en niños, examinando las características de comorbilidad entre ambas y las estrategias de intervención y rehabilitación cognitiva que se pueden aplicar en estos casos.

La coexistencia entre la condición del espectro autista y la dislexia representa un desafío significativo en el ámbito de la salud mental y la educación infantil. La prevalencia de estos trastornos del neurodesarrollo en niños ha generado una creciente necesidad de comprender su comorbilidad y de desarrollar enfoques efectivos para su diagnóstico y tratamiento.

Cuando hablamos de coexistencias, hablamos de diferentes condiciones distintas prevaleciendo al mismo tiempo en un mismo individuo. Como sabemos, la condición del espectro autista viene acompañada de problemas variados de procesamiento cognitivo y de salud mental; en relación al tema que nos ocupa, la dislexia, no es de las condiciones más estudiadas dentro del autismo.

Prevalencia de la dislexia en niños con autismo

Se estima que entre el 20% y el 30% de los niños con trastorno del espectro autista (TEA) también presentan dificultades de lectura asociadas con la dislexia, lo que indica una tasa de coexistencia significativamente más alta en comparación con la población general. Esta interacción puede complicar el diagnóstico, ya que los síntomas de ambas condiciones pueden superponerse.

La identificación temprana y precisa de cada condición es crucial para implementar estrategias de intervención personalizadas.

La presencia de dificultades de aprendizaje en niños y adolescentes con autismo afecta considerablemente la etapa escolar, teniendo además repercusiones en su autoestima y relaciones interpersonales.

Enfoques de intervención para niños con autismo y dislexia

El abordaje de la dislexia en niños con trastorno del espectro autista (TEA) requiere un enfoque multidisciplinario que considere las características únicas de cada niño. Es esencial adaptar las estrategias educativas para abordar tanto las dificultades de aprendizaje como los desafíos sociales y comunicativos asociados al autismo.

Las intervenciones pueden incluir:

• Métodos de enseñanza multi-sensoriales: Incorporar diferentes modalidades sensoriales en la enseñanza de la lectura puede ser especialmente beneficioso en niños que presentan dificultades de aprendizaje.
• Entender el método de aprendizaje del niño: Comprender, mediante una evaluación neuropsicológica infantil, cómo funciona la memoria, la atención y las habilidades viso-espaciales de cada niño facilitará que el material preparado sea de provecho para la persona.
• Adaptaciones curriculares: Proporcionar material educativo adaptado que sea accesible y relevante para cada niño.
• Apoyo emocional y social: Fomentar un entorno seguro que promueva la autoestima y la  interacción social de los niños con autismo y dislexia.

Estas estrategias de intervención deben ser individualizadas. Programas que integran técnicas de intervención en autismo con estrategias de enseñanza de la lectura han mostrado resultados positivos.

Esto incluye el uso de:

• Terapia psicológica focalizada en el autoconocimiento emocional y habilidades sociales, con el fin de abordar las conductas desafiantes y mejorar las destrezas interpersonales.
• Sesiones psicopedagógicas enfocadas en desarrollar conciencia fonológica, segmentación de sílabas, memorización de patrones, descripción de objetos y reconocimiento de palabras.
• Entrenamiento en funciones ejecutivas para ayudar a los niños a mejorar su atención, organización y planificación.
• Rehabilitación cognitiva para fomentar el desarrollo de estrategias de afrontamiento para manejar la frustración y la ansiedad asociadas con el aprendizaje.

Funciones ejecutivas y su impacto en el aprendizaje

Las funciones ejecutivas son esenciales para el aprendizaje y el comportamiento. En niños con trastorno del espectro autista (TEA) y dislexia, estas funciones pueden estar comprometidas, dificultando la regulación emocional y el control de impulsos.

Evaluaciones específicas de estas funciones pueden guiar la intervención, permitiendo a los profesionales diseñar estrategias que refuercen habilidades como:

• Memoria de trabajo: Fundamental para la comprensión lectora y la retención de información.
• Control inhibitorio: Importante para manejar distracciones y mantener la atención en tareas de lectura.
• Flexibilidad cognitiva: Facilita la toma de perspectiva y la resolución de conflictos inesperados.

Impacto del autismo y la dislexia en la salud mental de los niños

La coexistencia del espectro autista y la dislexia en niños puede tener un impacto significativo en su salud mental. Estos trastornos, cada uno con sus propios desafíos, interactúan de maneras que pueden intensificar las dificultades emocionales y psicológicas que enfrentan los niños.

Las principales repercusiones incluyen:

Ansiedad y depresión

Los niños con trastorno del espectro autista (TEA) y dislexia son más propensos a experimentar altos niveles de ansiedad y síntomas depresivos. Las dificultades en la comunicación y las habilidades sociales, características del autismo, se ven agravadas por las luchas académicas relacionadas con la dislexia. Esto puede llevar a sentimientos de frustración y desesperanza, afectando su autoestima y su bienestar emocional.

Baja autoestima y sensación de fracaso

La combinación de desafíos en el aprendizaje y en la interacción social puede resultar en una baja autoestima. Si los niños con autismo ya pueden sentirse diferentes de sus compañeros, los problemas de lectura es un componente adicional que puede hacer que se sientan aún más aislados. La sensación de no cumplir con las expectativas, tanto académicas como sociales, puede reforzar la percepción de fracaso personal.

Dificultades en la regulación emocional

Los problemas de regulación emocional son comunes en niños dentro del espectro autista, y la presencia de dislexia puede complicar aún más esta situación. La incapacidad para comprender y manejar las emociones puede resultar en estallidos de ira, comportamientos desafiantes o episodios de melancolía. Estas dificultades pueden interferir con las relaciones interpersonales y el rendimiento escolar, perpetuando un ciclo negativo.

Problemas de comportamiento 

La frustración acumulada y la dificultad para comunicar sus necesidades pueden llevar a problemas de comportamiento. Los niños pueden mostrar a menudo conductas desafiantes como una forma de expresar su angustia o su incapacidad para manejar situaciones sociales. Esto puede resultar en una mayor intervención por parte de educadores y profesionales de la salud mental, a menudo sin abordar las raíces emocionales del comportamiento.

Impacto en el entorno familiar 

La carga emocional que enfrentan estos niños también puede repercutir en sus familias. Los padres y cuidadores pueden sentirse abrumados al lidiar con las complejidades de ambos trastornos. Esta situación puede generar tensiones familiares, estrés y preocupación constante, afectando la dinámica familiar y el bienestar general.

Intervención temprana y apoyo integral en niños con autismo y dislexia

Es fundamental que los niños con trastorno del espectro autista y dislexia reciban una intervención temprana y un apoyo integral que aborde tanto sus dificultades de aprendizaje como sus necesidades emocionales.

Programas de terapia cognitiva, intervenciones conductuales y apoyo emocional pueden ayudar a mitigar las repercusiones negativas en la salud mental. Asimismo, fomentar un entorno inclusivo y comprensivo en el hogar y en la escuela es esencial para mejorar su calidad de vida.

Rehabilitación cognitiva en niños con autismo y dislexia

La neurorrehabilitación infantil ofrece un enfoque innovador para abordar la comorbilidad de autismo y dislexia. A través de técnicas basadas en la neuroplasticidad y estimulación cognitiva se puede ayudar a estos niños a desarrollar nuevas habilidades y a compensar las dificultades existentes.

Terapias ocupacionales y programas de estimulación cognitiva han mostrado resultados prometedores en la mejora de las capacidades funcionales y de aprendizaje.

Conclusión

La coexistencia del autismo y la dislexia presenta desafíos únicos que requieren un enfoque integral y personalizado en su diagnóstico e intervención. La implementación de estrategias de rehabilitación cognitiva y programas de apoyo temprano puede mejorar significativamente la calidad de vida y el rendimiento académico de los niños afectados.

La investigación continua es fundamental para optimizar los enfoques terapéuticos y brindar el apoyo necesario a esta población vulnerable.

Bibliografía

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