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Consecuencias neuropsicológicas del COVID-19

Consecuencias neuropsicológicas de Covid.

El Grupo de Investigación Psicología y Calidad de Vida explica las consecuencias neuropsicológicas del COVID-19.

El confinamiento, la medida estrella de la pandemia

La pandemia del COVID-19 ha afectado enormemente la vida de nuestra sociedad desde que estallara en enero de 2020, cuyas consecuencias (denominadas en ocasiones consecuencias-COVID) suponen una verdadera emergencia de salud pública global y una crisis humanitaria social (Organización Mundial de la Salud – OMS, 2020).

Un hombre durante el confinamiento.

Tras el estallido de la enfermedad, la mayoría de los países adoptaron el distanciamiento social a través del confinamiento (Gharebaghi y cols., 2020), viéndose la mayor parte de las áreas de la vida cotidiana afectadas, tanto en lo físico, psicológico, económico, social como en lo cultural.

Confinamiento en España

En España, la declaración del estado de alarma por el Gobierno desde apenas dos meses después de que la enfermedad se extendiera por el país, el 14 de marzo, dio lugar a un confinamiento que se prolongó hasta el 21 de junio. Dicho confinamiento es considerado como uno de los confinamientos más estrictos de Europa durante la crisis del COVID-19 (Hale, 2021), permitiendo a los ciudadanos salir a la calle exclusivamente para obtener suministros esenciales, trabajar o recibir tratamiento médico.

Más tarde, en octubre del mismo año, se produjo la segunda ola de contagios por COVID-19 y se restableció un segundo estado de alarma. Esta vez, el confinamiento fue menos estricto y consistió en un toque de queda nocturno, restricciones de movimiento y una restricción de reuniones de más de 6 personas (Linde, 2020). Este segundo confinamiento duró alrededor de 6 meses.

Las consecuencias neuropsicológicas del COVID-19

La finalidad del confinamiento no era otra que controlar la transmisión de la enfermedad, reducir el número de ciudadanos infectados, proteger el sistema de salud y reducir el número de muertes.

Aunque fue todo un éxito en la contención y reducción en el número de muertes, esta medida ante el COVID-19 tuvo consecuencias económicas, políticas y sociales negativas (Camera y Gioffré, 2021).

Un aspecto relevante dentro del estudio de las consecuencias del COVID-19 es el enorme impacto psicológico, a través del aumento del estrés, la ansiedad y la depresión, asociado a estos confinamientos (Puig-Pérez y cols., 2022).

En este contexto, se ha demostrado que el aislamiento social podría haber afectado negativamente a la cognición (Lara y cols., 2019), así como a la ansiedad resultante, siendo esta una de las consecuencias estrella del COVID-19.

Un hombre estresado por la situación durante el COVID-19

El ser humano es social por naturaleza, lo que hace indispensable el contacto con los demás individuos de su especie. Una condición psicológica que está fuertemente asociada con el aislamiento social es la soledad (Ge y cols., 2017), el estado mental en el que alguien tiene la percepción de estar socialmente aislado.

Tanto la soledad como el aislamiento social pueden conducir a riesgos similares para la salud, siendo el indicador más claro de ello el hecho de que ambos aumentan significativamente el riesgo de muerte prematura por enfermedad cerebrovascular (Alcaraz y cols., 2018). Esto es realmente importante, ya que el aislamiento social y, por tanto, la soledad, se incluyen dentro de las consecuencias asociadas con el COVID-19.

Estrés no funcional

Además, se ha demostrado que el padecimiento extremo de aislamiento social puede causar una respuesta de estrés no funcional en el organismo (Valtorta y cols., 2016). El estrés es una respuesta psicofisiológica que prepara a nuestro organismo para hacer frente a una amenaza.

En el contexto del COVID-19 y sus consecuencias, se ha de destacar qué gran parte de la población española valoró la primera ola de COVID-19 como una amenaza muy grave que provocó un aumento significativo de la ansiedad como consecuencia (Flor-Arasil y cols., 2021; Rodríguez-Rey y cols., 2020).

Por ejemplo, se ha observado que los altos niveles de ansiedad estados durante la pandemia provocaron, en algunos casos, síntomas asociados con el Trastorno de Ansiedad Generalizada, una preocupación persistente por las cosas cotidianas (Huang y cols., 2020).

Consecuencias COVID-19 en la función ejecutiva y sus componentes

Existe evidencia científica que indica que el aislamiento social como consecuencia del COVID-19 podría tener un efecto sobre la toma de decisiones. Antes de revisar los estudios realizados hasta ahora, se ha de definir el concepto de función ejecutiva.

La función ejecutiva se compone de un conjunto de destrezas implicadas en la generación, supervisión, regulación, ejecución y reajustes de conductas que garantizan la supervivencia (Gilbert y Burgess, 2008).

Estos mecanismos son capaces de relacionar el contenido procedente de distintos sistemas de entrada (sensoriales), de procesamiento (atención, memoria, motivación y emoción) y de salida (motores) de información; siendo un componente fundamental la toma de decisiones.

La toma de decisiones

La toma de decisiones es el procesamiento de carácter cognitivo que realiza una persona cuando se encuentra en una situación en la que debe evaluar una o más características, para establecer cuál de las alternativas cumple con sus expectativas, metas o intereses, de las cuales se deriva un proceso reflexivo o una conducta que se va a seguir (Wang, 2008).

La memoria de trabajo

A su vez, otro proceso ejecutivo esencial para el manejo de la vida diaria es la memoria de trabajo. Se trata de un sistema de almacenamiento de la información de capacidad limitada, en cantidad y tiempo, utilizado para ejecutar tareas cognitivas, siendo actualizado continuamente por nuestro cerebro (Cowan, 2014).

Ambos componentes ejecutivos, la memoria de trabajo y la toma de decisiones son obligatorios en la vida cotidiana, y por ende, se han visto influenciados por la pandemia COVID-19, siendo consecuencias neuropsicológicas de la misma.

Los resultados de las investigaciones sobre las consecuencias neuropsicológicas del COVID-19

Compromete las decisiones financieras

En los estudios realizados sobre estas consecuencias neuropsicológicas del COVID-19, se demuestra que la soledad compromete la toma de decisiones financieras debido a la disminución de la cognición global y específicamente de la memoria de trabajo (Stewart y cols., 2020).

Asimismo, en el estudio de Zhu y Wang (2017) se exploró la relación entre la soledad y el riesgo en la toma de decisiones. Los resultados principales apuntan que los niveles más altos de soledad predijeron una tendencia a evitar riesgos en escenarios de ganancias monetarias.

Afecta a la memoria de trabajo

Por otro lado, numerosos autores consideran que la ansiedad asociada con el aislamiento social consecuencia del COVID-19 actúa como la base de déficits cognitivos, especialmente en el ámbito de la memoria de trabajo, en consonancia con lo que refleja Moran (2016) en su metanálisis.

Concretamente, en este se expone un modelo predictivo en el que los síntomas de preocupación y los de excitación anticipan el desempeño cognitivo deficiente, especialmente si las tareas emplean estímulos fonológicos y espaciales.

De acuerdo con estas hipótesis prepandemia, dos estudios más recientes corroboran que los elevados niveles de ansiedad consecuencia del COVID se asocian con un peor rendimiento en tareas que miden memoria de trabajo (Malesza y Kaczmarek, 2021).

Proyecto de investigación

Teniendo en cuenta estos resultados, un grupo de investigadores procedentes de Universidades europeas (VIU, Universidad de Tilburg, Universidad de Gante, Eindhoven University of Technology, Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Zaragoza, Universidad de Montpellier y Universidad Silesia de Katowice) y latinoamericanas (Universidad Nacional del Rosario), liderado por la Prof. Barbara Kozusznik de la Universidad de Silesia en Katowice y por la Dra. Sara Puiz Pérez de la Universidad Internacional de Valencia en España, han desarrollado un proyecto de investigación sobre las consecuencias neuropsicológicas asociadas con el COVID con el objetivo de identificar dianas de intervención ante las alteraciones producidas.

Objetivo de la investigación

Con los datos de estudios como este se espera determinar qué perfil psicológico y neuropsicológico se asocia con el confinamiento durante la pandemia. El objetivo es acelerar la emergencia de protocolos neuropsicológicos específicos para este tipo de población.

Referencias

Más referencias

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