Icono del sitio NeuronUP

Autismo y cerebro: causas neurobiológicas del autismo

Autismo y cerebro: causas neurobiológicas del autismo

La Asociación Murciana de Neurociencia explica la relación entre autismo y cerebro y las causas neurobiológicas que llevan a padecer autismo.

Introducción autismo y cerebro

El autismo es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres o cuatro primeros años de vida. Además, es un trastorno que perdura a lo largo del ciclo vital. Aunque cada síndrome autista es diferente en su sintomatología, dos son los factores comunes de este trastorno:

  1. El niño o niña presenta deficiencias persistentes en la interacción y la comunicación social
  2. Posee patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades (Volden, 2017).

Causas neurobiológicas

El autismo conlleva déficits principalmente de la conducta; sin embargo, numerosas investigaciones han demostrado que el problema comienza en el desarrollo neural del feto. A continuación, se describirán las líneas de investigación más recientes sobre las causas neurobiológicas que llevan a padecer este trastorno.

 Autismo y volumen cerebral

En primer lugar, algunos investigadores han encontrado una relación entre el grado de crecimiento excesivo del cerebro y la gravedad de los síntomas de autismo. Ciertamente, se ha demostrado mediante estudios con resonancia magnética y estructural que el crecimiento excesivo del cerebro del niño/a con autismo comienza durante el primer año de vida, o incluso antes (Amaral et al., 2017; Kessler, Seymour y Rippon, 2016). A pesar de que la causa de este acelerado crecimiento se desconoce por el momento, estos datos suponen un gran avance para el diagnóstico y el tratamiento tempranos de autismo.

Autismo y organización anormal de la corteza cerebral

En segundo lugar, tenemos la corteza cerebral, la cual tiende a organizarse en regiones diferenciadas desde los primeros meses de gestación del feto. No obstante, se ha observado que esta diferenciación no ocurre de igual forma en los niños/as con autismo. En un estudio se ha comparado mediante una técnica tomográfica la organización cerebral de niños/as diagnosticados con autismo fallecidos con otros sin diagnóstico. En dicho estudio, ambos grupos se encontraban en edades entre los 2 y los 15 años. Como resultado, se ha mostrado que en los cerebros de los niños/as con autismo existían zonas desorganizadas, con presencia de células mal ubicadas en la corteza prefrontal relacionada estrechamente con la comunicación y la interacción social (Sanz-Cortes, Egana-Ugrinovic, Zupan, Figueras y Gratacos, 2014). Otros estudios posteriores han apoyado este hallazgo siendo una de las posibles causas el mal desarrollo neural durante el segundo y tercer trimestre de gestación.

Autismo e hipo activación de la amígdala

Ciertamente, la amígdala es la estructura cerebral encargada del procesamiento emocional. Tal es la magnitud de su función emocional que cuando la amígdala está lesionada la persona es incapaz de reconocer emociones en los demás, de expresarlas e incluso de nombrarlas. Algunos estudios pioneros que emplearon la técnica de resonancia magnética funcional demostraron que la amígdala de los niños con diagnóstico de autismo tenía un nivel funcional más bajo cuando estos realizaban un ejercicio de reconocimiento emocional, en comparación con el nivel de activación de niños de la misma edad pero sin diagnóstico (Barnea-Goraly et al., 2014). También, otros autores encontraron ciertas diferencias morfológicas y de sensibilidad entre la funcionalidad de la amígdala de un niño con autismo y la de otro sin el diagnóstico (Kiefer et al., 2017).

Cómo las nuevas tecnologías producen beneficios en los tratamientos cognitivos en pacientes con esclerosis múltiple

Yolanda Virué Lapuente, terapeuta ocupacional con experiencia clínica en el abordaje del adulto con Esclerosis Múltiple, nos muestra en este artículo cuáles pueden ser las intervenciones más eficaces, con mayor adherencia y duración óptima, con el uso de las nuevas tecnologías aplicadas sobre las funciones cognitivas en pacientes con esclerosis múltiple. ¿Qué es la esclerosis …

Autismo y enlentecimiento del desarrollo funcional cerebral

Aunque aún no existen datos determinantes, algunas investigaciones han descubierto que las zonas cerebrales implicadas en la comunicación y en la interacción social crecen y se hacen funcionales de forma más lenta en niños con autismo que en niños sin el trastorno (Ameis y Catani, 2015; Washington et al., 2014). Es por ello, que se explicaría la incapacidad que tienen estos niños para realizar vínculos afectivos y para relacionarse con el medio.

Como se puede observar en esta entrada, existen numerosas teorías que intentan dar una explicación al autismo. Ciertamente, esta multitud de hipótesis se debe a la variedad de síntomas que presenta el trastorno en sí y a la complejidad que alberga el autismo. No obstante, las líneas futuras de investigación apoyan las dos primeras propuestas siendo alentadoras, y supondrán que los profesionales psicólogos y neuropsicólogos, entre otros, puedan conocer mejor el autismo y su prevención e intervención durante todo el ciclo vital.

Bibliografía

Si te interesa este artículo sobre autismo y cerebro, seguramente estés interesado también en:

Salir de la versión móvil