Ruben Montaldo D’Albora, músico y docente, presenta en este artículo un Programa de accesibilidad musical enfocado en la rehabilitación y transformación de la vida de las personas mediante la música.
Introducción
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 27, consagra el derecho de toda persona a participar libremente en la vida cultural de la comunidad, gozar de las artes y formar parte del progreso científico. Para las personas con problemas de salud mental, sin embargo, este acceso a la cultura puede verse afectado por barreras estructurales y sociales.
En Uruguay, el Hospital Vilardebó, centro de referencia nacional en la atención a la salud mental, brinda un Programa de accesibilidad musical destinado a contribuir interdisciplinariamente en la transformación de la vida de estas personas mediante la música, promoviendo su rehabilitación psicosocial, su bienestar y su inclusión comunitaria.
La música puede ser un motor de cambio para la salud mental y este programa ha logrado un impacto positivo tangible en sus participantes.
Un puente entre la pedagogía musical y el beneficio terapéutico
El Programa de accesibilidad musical del Hospital Vilardebó se distingue por su enfoque pedagógico centrado en la enseñanza musical, que difiere de la musicoterapia tradicional, donde los objetivos se centran en intervenciones terapéuticas directas. Este enfoque del programa no busca exclusivamente contribuir a la rehabilitación desde la perspectiva clínica, sino también despertar el potencial artístico de cada participante.
El objetivo primordial es que los usuarios, mediante el aprendizaje de un instrumento, la composición o la improvisación, alcancen una producción musical significativa, expresando sus emociones y experiencias a través del arte.
El proceso pedagógico no solo resulta en logros artísticos, sino que desencadena beneficios terapéuticos inherentes a la experiencia musical. La música, como un lenguaje expresivo y comunicativo, fomenta el desarrollo cognitivo, psicomotor, emocional y social, permitiendo expandir las capacidades de los individuos más allá del ámbito educativo.
Este enfoque integral se convierte en un catalizador para el bienestar, fortaleciendo habilidades esenciales para la vida diaria y contribuyendo a la rehabilitación psicosocial.
El aprendizaje musical como catalizador de habilidades
Las investigaciones en neurociencia han demostrado que el aprendizaje musical tiene un impacto positivo en diversas habilidades, y el Programa de accesibilidad musical aprovecha esta evidencia para mejorar la calidad de vida de sus usuarios.
Aprender a tocar un instrumento, componer o improvisar música activa y desarrolla una variedad de funciones cerebrales, tales como la atención, la memoria, la flexibilidad cognitiva, la velocidad de procesamiento y la coordinación motora.
Tocar un instrumento musical implica la coordinación y desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas, además de estimular la velocidad de procesamiento en el cerebro, lo que favorece la eficiencia cognitiva.
Al formar parte de un ensamble musical, los usuarios también desarrollan habilidades sociales, tales como la interacción, la colaboración y el trabajo en equipo.
Estos beneficios se derivan no sólo del acto de hacer música, sino del contexto social en el que ocurre, donde el intercambio con otros músicos y con el público se convierte en una parte esencial de la experiencia.
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La importancia de la tecnología en la accesibilidad musical
El programa integra la tecnología en dos aspectos fundamentales: la evaluación y entrenamiento cognitivo, y la producción audiovisual.
Evaluación y entrenamiento cognitivo
Las plataformas digitales especializadas, a través de juegos y actividades, permiten evaluar las funciones cognitivas de los usuarios, tales como la atención, la memoria y la flexibilidad cognitiva, y crear programas de entrenamiento personalizados.
Esta evaluación precisa y sistemática es esencial para adaptar el aprendizaje musical a las necesidades individuales de cada usuario, asegurando que puedan progresar a su propio ritmo y recibir el apoyo adecuado.
Producción audiovisual
Por otro lado, la producción audiovisual desempeña un papel fundamental en el programa, ya que documenta las interpretaciones del ensamble musical, creando un registro tangible del aprendizaje y del logro artístico de los participantes.
Estas producciones, que incluyen grabaciones de calidad profesional, no solo sirven como una herramienta de motivación y retroalimentación para los usuarios, sino también como una forma de difundir el impacto del programa y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la accesibilidad musical.
Metodología del programa: Un camino hacia la inclusión a través de la música
El Programa de accesibilidad musical del Hospital Vilardebó sigue una estructura meticulosa que abarca varias etapas, cada una diseñada para promover el desarrollo personal y social de los usuarios.
1. Evaluación inicial
La primera etapa es la evaluación inicial de las funciones cognitivas implicadas en la actividad musical mediante herramientas digitales y otras metodologías de evaluación. Esta evaluación permite comprender las fortalezas y debilidades de cada participante y elaborar un plan de aprendizaje adaptado a sus capacidades y objetivos.
2. Diseño de un programa de aprendizaje musical personalizado
En la segunda etapa, se diseña un programa de aprendizaje musical personalizado, que tiene en cuenta los intereses y metas del usuario, así como sus necesidades específicas.
3. Desarrollo cognitivo musical
El desarrollo cognitivo musical ocurre en la tercera etapa, en la que los usuarios aprenden a tocar un instrumento, componer o improvisar, participando en ensambles orquestales.
Esta etapa se centra en el disfrute y la expresión, al mismo tiempo que se desarrollan habilidades cognitivas, motoras, emocionales, artísticas y sociales.
4. Actividades musicales de entrenamiento cognitivo
La cuarta etapa incluye actividades musicales de entrenamiento cognitivo específico, que se realizan mediante metodologías artísticas sistematizadas en el programa y plataformas digitales.
Este entrenamiento busca fortalecer funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, la inhibición y la flexibilidad cognitiva.
5. Creación de una producción audiovisual
Finalmente, la culminación artística se da con la creación de una producción audiovisual profesional que documenta el proceso de aprendizaje y los logros artísticos de los usuarios, brindándoles un sentido de logro y un producto tangible de su esfuerzo.
El poder transformador de la música: Testimonios e impacto
Los testimonios de los profesionales y usuarios sugieren un impacto positivo significativo en diversas áreas. Los participantes se sienten empoderados al ser capaces de expresarse a través de la música, desarrollando su potencial artístico y sintiéndose parte de una comunidad.
El aprendizaje musical no solo les permite desarrollar habilidades cognitivas y motoras, sino también mejorar su bienestar emocional y social, creando lazos con sus compañeros de ensamble y encontrando un sentido de pertenencia.
La culminación del programa en una producción audiovisual profesional brinda a los usuarios una meta tangible hacia la cual trabajar, lo que aumenta su motivación y proporciona un sentimiento de logro al alcanzar dicha meta. Esta experiencia de logro es crucial para su autoestima y para fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje y la rehabilitación.
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Integración social y rehabilitación psicosocial: Más allá del disfrute musical
La participación en un ensamble musical trasciende la mera práctica instrumental, convirtiéndose en una herramienta poderosa para la integración social y la rehabilitación psicosocial.
Al integrarse en un grupo musical, los usuarios desarrollan habilidades sociales, como la colaboración, la comunicación y la coordinación, fundamentales para la vida en comunidad.
La experiencia de trabajar en equipo, escuchar a los demás y contribuir al éxito del grupo les permite fortalecer su sentido de pertenencia y superar la sensación de aislamiento que a menudo acompaña a los problemas de salud mental.
El ensamble musical proporciona un espacio seguro donde los usuarios pueden expresarse sin ser juzgados y donde sus contribuciones son valoradas.
La inclusión de músicos profesionales en el ensamble aporta un modelo a seguir y eleva la calidad del grupo, permitiendo que los usuarios aprendan de sus compañeros más experimentados.
Esta integración favorece la creación de vínculos y el establecimiento de relaciones significativas, que son esenciales para el bienestar emocional y la rehabilitación psicosocial.
El enfoque interdisciplinario: música y salud mental en convergencia
El Programa de Accesibilidad Musical procura un enfoque interdisciplinario que combina el arte, la pedagogía y la ciencia para crear un modelo de atención a la salud mental.
La música se convierte en un lenguaje universal que facilita la colaboración entre profesionales de diferentes disciplinas, como músicos, docentes, psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y personal de enfermería de la institución, así como los equipos técnicos de casas de medio camino donde algunos usuarios son derivados tras su alta del hospital.
El objetivo es ofrecer una atención integral.
La utilización de herramientas tecnológicas neurocientíficas en línea permite medir y evaluar los avances de los usuarios de manera objetiva, proporcionando un punto de encuentro entre el arte y la ciencia.
Estos datos se convierten en una base común para que los profesionales de la salud mental y los músicos trabajen juntos, diseñando estrategias de intervención personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada usuario. De este modo, el programa contribuye a derribar las barreras entre el arte y la ciencia, promoviendo una comprensión más holística del proceso de rehabilitación, consolidando un lenguaje transdisciplinar.
El valor de la metodología del programa: Estrategias para la transformación personal
La metodología del programa se basa en la adaptación del proceso de enseñanza a las necesidades individuales de cada participante, lo que garantiza que todos los usuarios, en tanto perciban la música, puedan experimentar el éxito y el disfrute en el aprendizaje musical.
La creación de un repertorio accesible y la integración con músicos profesionales aseguran que los usuarios puedan participar activamente sin sentirse abrumados por la complejidad técnica.
El hecho de trabajar hacia una meta tangible, como una presentación en vivo o una producción audiovisual, proporciona una motivación adicional y un sentido de logro que refuerza su autoestima.
El programa también fomenta la colaboración entre los usuarios y los músicos profesionales, lo que no solo eleva la calidad musical del ensamble, sino que también brinda a los usuarios un modelo a seguir y la oportunidad de aprender de músicos experimentados.
La inclusión de actividades de entrenamiento cognitivo a través de plataformas digitales permite una evaluación precisa del progreso y un entrenamiento adaptado, asegurando que cada usuario pueda avanzar a su propio ritmo y desarrollar sus habilidades de manera efectiva.
Bibliografía
- Producción Audiovisual “Arte y Salud Mental: Todos Necesitamos Música”. (2024). Google Drive. https://drive.google.com/file/d/11KbpkHpdYE_WBNJlmF7dnnwhaMgbgF14/view?usp=sharing
- Congreso de Salud Mental Teodoro Vilardebó. (2024). Google Drive. https://drive.google.com/file/d/1y40bpzIVfJQyGlobqjn2NbDrpKWIwPdT/view?usp=sharing