¿La epilepsia produce deterioro cognitivo? Con motivo del Día Mundial para la Concienciación de la Epilepsia que se celebra el 26 de marzo, explicamos en este artículo las consecuencias cognitivas de la epilepsia y hablamos del papel del neuropsicólogo en la rehabilitación del deterioro cognitivo en personas con epilepsia.
¿Qué es la epilepsia?
Es una enfermedad crónica del sistema nervioso central desencadenada por una actividad eléctrica excesiva de las neuronas en una zona concreta del cerebro. De hecho, se manifiesta en forma de crisis recurrentes que pueden ser convulsivas o no.
¿Cómo afecta la epilepsia a las funciones cognitivas?
Las funciones cognitivas son los procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tarea de la vida diaria. Por lo tanto, permiten que las personas puedan desenvolverse e interactuar con el mundo que les rodea. Las funciones cognitivas incluyen orientación, gnosias, atención, funciones ejecutivas, praxias, lenguaje, memoria, cognición social y habilidades visoespaciales.
La mayoría de las personas que padecen esta enfermedad y reciben un tratamiento adecuado controlan perfectamente la enfermedad y llevan una vida normal.
Sin embargo, en ocasiones cuando las crisis epilépticas se originan en determinadas áreas del cerebro, como el lóbulo temporal, pueden llegar a acarrear problemas de memoria, dificultades de atención y concentración y lentitud a la hora de procesar la información. De hecho, en los niños es frecuente que se produzca déficit de atención.
¿Por qué se produce este deterioro cognitivo?
Las repercusiones en las funciones cognitivas o el deterioro cognitivo pueden deberse tanto:
A la propia enfermedad
- Edad del inicio de la epilepsia,
- tipo de crisis,
- frecuencia de las crisis,
- duración de las crisis.
Al tratamiento
- Tipo de fármaco,
- efectos de los fármacos.
¿Qué papel juega la neuropsicología?
La intervención neuropsicológica es esencial para describir el estado o deterioro cognitivo de las personas con epilepsia. Los neuropsicólogos evalúan los cambios funcionales provocados por esta enfermedad y determinan si es necesario un cambio de estrategia farmacológica o una opción quirúrgica.
Al mismo tiempo, el neuropsicólogo juega un papel fundamental en la rehabilitación de las funciones cognitivas afectadas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estas personas.