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Agnosia visual: tipos y cómo es posible ver sin entender

Actividad de NeuronUP, Mandalas

En este artículo del blog te contaremos qué son las agnosias visuales y te explicamos sus tipos y cómo es posible ver sin entender.

¿Sabes qué es la agnosia visual? ¿Alguna vez te has descubierto intentando comprender una imagen sin conseguirlo, tratando de encontrar alguna semejanza entre lo que ves y algún objeto conocido para poder darle sentido a esa imagen que nunca habías visto antes? Quizá hayas experimentado esta sensación momentáneamente, al ver por primera vez una imagen de resonancia magnética o una ecografía, o incluso un cuadro abstracto cuyo título te indujo a esforzarte en reconocer en él un objeto concreto.

¿Qué es la agnosia visual?

Las agnosias visuales se definen como un trastorno perceptivo adquirido por daño cerebral, en el que la persona afectada es incapaz de reconocer, a través de la vista, estímulos que antes de la lesión sí podía identificar, a pesar de conservar la sensación  visual al menos parcialmente (no hay ceguera) [1] y a pesar de poder reconocerlos a través de otros sentidos, como el tacto o el oído.

Estas personas ven, pero no entienden lo que ven principalmente por dos razones: primero porque el cerebro no llega a construir una imagen global coherente a partir de los rasgos visuales que le proporcionan los ojos. Y segundo, porque a pesar de poder construir dicha imagen (percepto), esta no puede ponerse en relación con nada ya conocido, de forma que no se le asigna un significado o una idea sobre qué es o para qué puede servir lo que se está viendo. En el primer caso, se habla de agnosia visual aperceptiva y en el segundo, de agnosia visual asociativa[1,2].

Tipos de agnosia visual 

En la agnosia visual aperceptiva, al fallar la construcción del percepto, la persona no es capaz de identificar la forma de los objetos. De modo, que no puede reconocer las diferencias entre objetos similares, copiar su dibujo, ni reconstruir mentalmente formas [1].

En la agnosia visual asociativa, la persona percibe correctamente las formas, pero no puede interpretarlas. Es capaz de emparejar figuras semejantes y de copiar su  dibujo, pero no puede relacionar una forma con un objeto[1]. Por ejemplo, no puede relacionar un rectángulo con un libro, o un guante con una mano.

Además, la agnosia visual puede afectar de forma selectiva al reconocimiento de distintos tipos de estímulos, como objetos (agnosia visual de objetos), colores (agnosia cromática o acromatognosia), palabras (alexia agnósica), caras (prosopagnosia) o a la integración de los elementos de un estímulo complejo (agnosia simultánea o simultagnosia) [1,3].

Test de Poppelreuter

Es un test de figuras supuestas utilizado en la evaluación de la agnosia visual. Las personas con agnosia aperceptiva no podrán identificar las diferentes figuras (por ejemplo, coloreándolas o perfilándolas). Mientras que las personas con agnosia asociativa podrán identificar correctamente las distintas figuras sin reconocer de qué objetos se trata.

¿Cómo es posible ver sin entender?

La especificidad de estos trastornos se comprende mejor cuando se considera la forma jerárquica en la que nuestro sistema nervioso procesa las imágenes. La información visual se procesa tanto en paralelo (los fotorreceptores de las retinas transmiten simultáneamente distintos tipos de información visual, como niveles de intensidad de luz, longitudes de onda o colores…) y en serie (desde las retinas al tálamo y de aquí a la corteza cerebral)[4].

En una fase temprana del procesamiento en serie, se procesan características como la forma y la estructura del estímulo, en lo cual están implicadas áreas cerebrales cuya lesión puede dar lugar a ceguera (denominada ceguera cortical) [2].

En fases de reconocimiento visual superior, se integran las características visuales en una representación coherente del objeto. También, se asigna el significado al objeto [2]. De este modo, las lesiones cerebrales localizadas que afecten a los niveles superiores de procesamiento, pueden alterar estos aspectos concretos de la percepción sin alterar la capacidad sensorial, y así la persona con agnosia ve el objeto, pero no puede interpretarlo.

Por otra parte, el hecho de que exista una alteración como la prosopagnosia (agnosia para las caras), habla de lo importante que evolutivamente ha resultado para nuestra supervivencia el reconocimiento de este tipo específico de estímulo, dado que la naturaleza ha encomendado su procesamiento a una parte del cerebro de forma particular.

NeuronUP ha incorporado ejercicios para entrenar las gnosias con estímulos diversos, incluyendo caras.

Bibliografía 

  1. Ardila, A. y Roselli, M. (2007). Neuropsicología clínica. México, D. F.: El Manual Moderno.
  2. Fernández-Guinea, S. (2011). Apraxias y agnosias. En Bruna, O., Roig, T., Puyuelo, M., Junqué, C. y Rueano, A. (Eds.). Rehabilitación neuropsicológica: intervención y práctica clínica (p. 83-108). Barcelona: ElsevierMasson.
  3. Portellano, J. A. (2010). Introducción a la neuropsicología. Madrid: McGraw Hill.
  4. Kandel, E. R., Schwartz, J. H., Jessell, T. M., &Agud Aparicio, J. L. (2001). Principios de neurociencia(4a ed., 1a ed. en español.). Madrid: McGraw-Hill.

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