¿Sabes en que consiste la estimulación transcraneal con corriente directa? El investigador Pablo Cruz nos explica las aplicaciones de la neuromodulación en la neurorrehabilitación.
Más de un siglo de investigación invitaba a pensar que solucionar el problema de los nueve puntos era imposible. El ejercicio consiste en conectar todos los nueve puntos con cuatro líneas rectas.
La dificultad es tal que incluso la facilitación con pistas, con aumento de la duración o incluso con cien intentos elevaba la resolución de este problema a una categoría irrealizable.
Ninguno de los 22 participantes que tomaron parte del experimento de Chi y Snyder (2012) fueron capaces de solucionar el problema de los nueve puntos previo a la administración de la estimulación transcraneal con corriente directa (tDCS). Sin embargo, tras diez minutos de aplicación de tDCS, más del 40% de los participantes pudieron resolver el problema mientras que ninguno de los participantes que recibió el placebo tDCS fue capaz de encontrar la solución, antes, durante o después.
tDCS es una técnica de estimulación cerebral no invasiva que mediante el uso de corriente eléctrica modula la actividad neuronal con el fin de estimular o inhibir diferentes partes del cerebro. tDCS implica administrar una corriente eléctrica débil (0.5-2 mA) a través de al menos dos electrodos, y al menos uno de ellos situado sobre el cuero cabelludo con una duración menor de 30 minutos.
Tipos de estimulación
Existen dos tipos de estimulación: estimulación de ánodo, que parece excitar la actividad neuronal y estimulación de cátodo que aparenta inhibir la actividad neuronal. Tan pronto como el tDCS es administrado, la corriente viaja en un circuito ánodo-cátodo en el que causa que las neuronas situadas en la región estimulada del ánodo tengan más probabilidad de dispararse. De manera contraria, es probable que las neuronas situadas en el área estimulada del cátodo se disparen menos.
La literatura en esta última década sugiere que la modulación inducida por tDCS es considerada como una posible intervención capaz de modular el proceso de aprendizaje en diferentes áreas (cognitivas, motoras, sensoriales) y en diversas poblaciones ya sean sanas o patológicas como demencia o ictus. Sin embargo, nos encontramos en un escenario experimental en el plano de las técnicas de Estimulación Cerebral no Invasivas.
Es esencial definir protocolos y parámetros, como por ejemplo conocer las áreas de estimulación elegidas para aplicar tDCS, la corriente utilizada, el tamaño de de los electrodos, la duración de la estimulación, las sesiones necesarias para producir beneficios terapéuticos, cuantificar los cambios conductuales y de actividad cerebral o una faceta muy interesante a explotar, es la combinación de tratamientos que incluyan el uso de tDCS con otras terapias motoras o cognitivas en forma de sinergia.
Aplicar tDCS sobre un circuito neural especifico, mientras simultáneamente se realiza una estimulación cognitiva podría producir mejores efectos terapéuticos que estimulando la misma área cortical involucrada en el circuito neural ante la ausencia de un estimulo cognitivo. En resumen, tDCS podría fortalecer las transmisiones sinápticas en los mismos circuitos que son estimulados por la realización de una práctica cognitiva.
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Somos capaces de escribir señales en el cerebro
Nos encontramos en un momento apasionante en neurociencias, no solo somos capaces de leer las señales que nos envía el cerebro, sino que además podemos escribir señales en el cerebro mediante neuromodulación. Actualmente podemos modificar los disparos de las neuronas. Las aplicaciones de esta técnica de estimulación cerebral no invasiva nos permitiría albergar intervenciones en neurorrehabilitación, existiendo un potencial ilimitado para mejorar la funcionalidad y la calidad de vida con personas con lesiones neurológicas.
Es necesario evaluar los efectos
Antes de saltar directamente a la inclusión de intervenciones no farmacológicas con el uso de tDCS solo o en combinación con otras terapias, es necesario continuar evaluando los efectos producidos en diversos ámbitos, con el uso de las técnicas de imagen cerebral como electroencefalograma o imagen por resonancia magnética funcional, como también evaluar los cambios cognitivos específicos de la estimulación practicada o de la generalización a otras áreas cognitivas y sobre todo medir el impacto que podría tener en la funcionalidad y las actividades del día a día de los pacientes que reciben estas intervenciones neuromodulatorias.