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El deporte como mejor aliado de nuestro cerebro

pareja joven practicando deporte

Relación entre actividad física y cerebro

Sabemos que practicar deporte con regularidad tiene múltiples efectos beneficiosos para nuestro cuerpo. Estar en forma permite mejorar la salud, y previene enfermedades. A nivel físico son muy conocidas las ventajas de practicar deporte. Por ejemplo, mantener el peso adecuado, mejorar la flexibilidad, resistencia a la fatiga, o la tonicidad muscular entre otros múltiples beneficios.

A nivel mental, se producen también numerosas modificaciones que son aliadas para nuestro bienestar psicológico. La neurociencia ha evidenciado que practicar deporte actúa de manera directa sobre el funcionamiento del cerebro, previniendo posibles alteraciones. A través de este artículo profundizaremos en cómo el ejercicio físico mejora nuestra capacidad funcional y, en definitiva, nuestro cerebro.

Deporte, cerebro y neurotransmisores

En el cerebro existen millones de neuronas que están conectadas entre sí a través de un circuito enormemente complejo. La conexión entre las neuronas se produce a través de un tipo de hormonas, llamados neurotransmisores. Estos neurotransmisores son bio-moléculas necesarias para el transporte de la información.

Si los neurotransmisores funcionan de manera adecuada, el cuerpo y la mente entran en un estado denominado equilibrio regular en las funciones del sistema nervioso (SN). Entre los diversos beneficios que aportan al organismo los neurotransmisores destacamos la capacidad de concentración, la memoria, el aprendizaje, la calidad del sueño y descanso, la regulación del estrés, el razonamiento.

A continuación hablaremos de los neurotransmisores más importantes que se producen y liberan al realizar deporte o actividad física:

Dopamina

La dopamina es el neurotransmisor del placer, y se asocia con la sensación de relajación. En cuanto al nivel cognitivo la dopamina regula funciones como el aprendizaje y la memoria, y tiene un papel fundamental en la toma de decisiones. Estas funciones ejecutivas son vitales para el correcto funcionamiento cerebral.

Serotonina

La Serotonina es también conocida como la hormona de la felicidad, y comúnmente abreviada como 5-HT. Es la encargada de regular el apetito, el sueño y el estado de ánimo. Produce estados de bienestar y euforia.

IGF-1

En este caso hablamos de un tipo de proteína, relacionado directamente con el crecimiento. Cuando se produce  impacta en el llamado “Factor neurotrófico derivado del cerebro” (BDNF), esencial en las funciones de razonamiento superior. Si el BDNF está bloqueado, se bloquean capacidades como el aprendizaje y la memoria. Por tratar de entenderlo un poco mejor, el BDNF sería como el fertilizante de nuestro cerebro.

La práctica de deporte aumenta el nivel de BDNF, relacionado directamente con la formación de neuronas nuevas en el hipocampo, área cerebral intrínsecamente relacionada con el aprendizaje y la memoria. Los experimentos más recientes apuntan a que el ejercicio físico combinado con antidepresivos aumenta de forma extraordinaria el nivel de BDNF, en un 250%.

Acetilcolina

La acetilcolina es el mejor aliado para prevenir el deterioro neurológico. Está encargada de la activación muscular, y su función principal es mejorar las habilidades cognitivas.

Endorfinas

Son los neurotransmisores por excelencia cuando hablamos de deporte, y además regulan la ansiedad. Se podrían considerar como “la droga” del deportista. La sensación de bienestar y satisfacción que produce cuando se segrega con la actividad física, es la responsable de que al día siguiente la persona quiera volver a practicar deporte y experimentarla. Hay un efecto que se llama “La euforia del corredor”, que puede ser explicada a través de estos parámetros.

¿Antidepresivos o deporte?

Numerosos estudios con miles de personas han puesto de relieve  que el efecto que produce la actividad física es tan eficaz como los que producen antidepresivos (en tratamientos de depresión leve-moderada)

Hay que ser cauto con estas investigaciones, que en ningún momento sugieren o recomiendan la sustitución o eliminación de los antidepresivos recetados. Resulta muy interesante un estudio llevado a cabo con personas que llevaban diagnosticadas más de 7 años con depresión.

Se les hizo un entrenamiento de 12 semanas combinando bicicleta y correr. Un 30% consiguió recuperarse totalmente de la depresión. Esta investigación también obtuvo datos sobre qué tipo de actividad es más adecuada para combatir este trastorno.

Los resultados observados afirman que en el caso del hombre se recomienda ejercicio físico intenso. En el caso de las mujeres sin origen genético en la depresión también es el más adecuado. Si, por el contrario, en la depresión de estas mujeres hay un componente hereditario o antecedentes familiares, se recomendó un tipo de ejercicio más suave.

En resumen, queda ampliamente demostrado que el deporte ayuda a remitir los estados depresivos.

Parafraseando a los investigadores de Harvard responsables de estos estudios; ejercitarse no es solo como tomar un antidepresivo, sino que no ejercitarse es como tomar un depresivo.

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