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Abordaje no farmacológico del paciente neurológico agitado: David De Noreña responde a las dudas

El neuropsicólogo clínico David de Noreña responde a las dudas sobre su ponencia Abordaje no farmacológico del paciente neurológico agitado realizada el pasado 18 de enero en NeuronUP Academy.

Dudas sobre la ponencia de Abordaje no farmacológico del paciente neurológico agitado de David de Noreña

1. Yolanda Higueras: En el caso de pacientes con trastornos de comprensión del lenguaje, ¿qué herramientas podríamos utilizar que sean no-verbales? ¿cuáles serían las más efectivas? ¡Gracias David, súper interesante y muy de acuerdo con Mafalda!

A nivel preventivo (control de antecedentes) hay muchas cosas que podríamos hacer incluso si hay alteraciones del lenguaje. Por ejemplo, establecer rutinas que permitan anticipar al paciente qué es lo que va a suceder a continuación, proporcionar una estimulación cognitiva –y social- mínima, asegurarnos de que no hay dolor, incomodidad, hambre, etc. que pueda estar condicionando el comportamiento.

Lógicamente, las alteraciones del lenguaje (o la ausencia del mismo) hará que sea más difícil comunicar las intenciones cuando intervenimos (esto es, explicar las pautas y el programa de modificación de conducta) y, también, reducirán la capacidad de autorregulación por parte del paciente.

2. Beatriz Moreno: Se me ocurre un caso en concreto de la residencia donde trabajo. ¿Qué hacer cuando  el paciente tiene problemas de audición yo entiende lo que se le explica, no sabe expresar sus necesidades y además no participa en las actividades que ayudarían a prevenir estas conductas agitadas? ¡Muchas gracias, me ha encantado el webinar!

Como comentaba a otra compañera tuya,  a nivel preventivo (control de antecedentes) hay muchas cosas que podríamos hacer incluso si hay alteraciones del lenguaje o problemas auditivos como los que comentas. Por ejemplo, establecer rutinas que permitan anticipar al paciente qué es lo que va a suceder a continuación, proporcionar una estimulación cognitiva –y social- mínima, asegurarnos de que no hay dolor, incomodidad, hambre, etc. que pueda estar condicionando el comportamiento.

En un caso como el comentas, además, sería importante, además del control de antecedentes, algún tipo de programa operante (ej: refuerzo diferencial cada vez que participe, permanezca en determinado lugar, etc.)

3. Abigail Mariscal: Me interesa conocer estrategias de prevención, ¿algún material que pueda leer?

https://consaludmental.org/publicaciones/Apoyoconductualpositivo.pdf

http://riberdis.cedd.net/handle/11181/3404

4. Verónica Alonso: ¿Cómo deberíamos actuar cuando el paciente se despierta agitado durante la noche?

Como señalé en la charla, aunque el abordaje de cada caso es diferente, hay algo que debemos tratar de hacer con todos los pacientes, que es comprender cuál es la causa de la agitación (pueda o no comunicarlo).

Generalmente, la agitación nocturna estará condicionada por la desorientación, con lo cuál sería muy necesario tranquilizar al paciente y orientarle en dónde está, que es lo que vamos a hacer a continuación, etc.), siempre y cuando descartemos otras causas más “fisiológicas” (ej: dolor, incomodidad, etc.).

5. Julen Chato Noriega: Ante pacientes con trastornos psiquiátricos de mediana edad que se crecen al aplicarle extinción, ¿tienes algún consejo? ¡Gracias!

Cuando nos encontramos con un paciente con conductas desafiantes como el que comentas, tendremos que realizar un buen análisis funcional para determinar tanto los desencadenantes habituales (ej: personas, contextos, etc.) como posibles refuerzos de la conducta (ej: las risas o la atención de otros pacientes, la reprimenda del auxiliar, etc.) Sólo entonces seremos capaces de utilizar las técnicas más adecuadas en cada caso. La extinción, como comenté en la charla, no se debería aplicar con comportamientos potencialmente dañinos, que requerirán de otras técnicas operantes (ej: coste de respuesta).

6. Carlos Corzo: Buenas tardes y gracias por el webinar. ¿Qué ocurre cuando estamos ante casos que cognitivamente están más preservados (daño cerebral más cronificado), posee mayor autonomía (vive sólo/a), está orientado, pero sufre de importantes problemas disejecutivos y dificultades en la regulación de la agresividad? ¿Qué pautas podrían ser aplicables o qué otro abordaje, más allá del farmacológico, podría ayudar?

Como comenté en la charla, las principales herramientas del neuropsicólogo serán la valoración cognitiva, por una parte, y el análisis funcional, por otra. Es decir, deberemos valorar en qué contextos ocurre y con qué frecuencia dicha conducta (ej: con qué personas, ante qué requerimientos) y qué factores pueden mantenerla (ej: se le deja de pedir cosas que le disgustan, consigue atención social, etc.)

El abordaje será, por supuesto, conductual, pero también deberíamos poder combinarlo, en un caso como el comentas, con un entrenamiento en técnicas para regular la irritabilidad (ej: técnicas de relajación) y trabajar la conciencia de las dificultades y de las implicaciones de los comportamientos con el propio paciente, para aumentar su colaboración.

A continuación, te paso un link con un manual bastante accesible que puede darte alguna pista de cómo abordar determinados problemas cognitivos y conductuales: http://riberdis.cedd.net/handle/11181/3404

7. Daira García: Buenas tardes, gracias por su ponencia. Mi pregunta es la siguiente: ¿Considera que algunas de las actividades que mencionó, como recibir luz solar o caminar, son (en algunas ocasiones) más beneficiosas que algún tratamiento farmacológico? ¿O lo serían más una alternativa preventiva?

Es una buena pregunta, que tiene una respuesta difícil. Mi planteamiento es que dependerá de cada caso. En líneas generales, no obstante, creo que lo ético es empezar por técnicas o procedimientos menos invasivos como son los conductuales y, cuando estos no son suficiente, el abordaje farmacológico ayudará.

8. Verónica Sánchez: ¿Cómo actuar en un ataque de pánico? Y ¿cómo ayudar a contener los síntomas de ansiedad?

La respuesta más honesta es que dependerá de la situación cognitiva de cada paciente. Ante un ataque de pánico, ante todo debemos evitar que el paciente se haga daño o aumente aún más su ansiedad, y eso suele implicar permanecer con él, intentar tranquilizarle y guiarle amablemente para que reduzca en ese momento su agitación. Por ejemplo, pedirle que respire despacio, darle un vaso de agua, permitirle moverse un poco, etc.

En cuanto a la ansiedad, hay muchas técnicas que podemos enseñar al paciente, desde respiración abdominal a relajación progresiva, pasando por otras relacionadas con el mindfulness. No obstante, como te comento, dependerá de cada paciente y de su situación cognitiva.

9. Nastra Ares: Muy interesante todo lo que has comentado. Has hablado de actividad física diaria para la prevención de agitación ¿también actividades cognitivas?

Por supuesto, estimular al paciente con actividades cognitivas o con momentos de interacción con otras personas va a mejorar su satisfacción y su participación y, por lo tanto, ayudarán a reducir las conductas problemáticas.

Es cierto que la actividad física, que se puede realizar incluso con pacientes muy deteriorados incorpora un componente insustituible que implica generalmente una reducción de la tensión interna y es, por tanto, muy útil en pacientes que muestran inquietud psicomotora o tienden a deambular o a autoestimularse con movimientos estereotipados.

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