La psicóloga clínica Daniela Ramos Usuga explica en este artículo el proceso de rehabilitación de la atención selectiva.
La atención es una función cognitiva compleja que ha sido abordada desde diferentes ámbitos, desde la neuropsicología hasta la neurociencia cognitiva, pasando por la psicometría e incluso electrofisiología. Esto ha tenido como resultado la elaboración de múltiples modelos que tratan de dar una explicación a esta capacidad desde su perspectiva particular.
Así, la neurociencia cognitiva, por ejemplo, intenta determinar las áreas cerebrales de mayor implicación en los procesos atencionales, como la corteza prefrontal y sensorial, y estructuras subcorticales como el tálamo óptico, el cuerpoestriado (núcleo caudado y lenticular), los núcleos septales y deMeynert, y el cerebelo1.
Desde la neuropsicología, el modelo que ha tenido mayor relevancia ha sido el modelo clínico de Sohlberg y Mateer2, el cual ha sido establecido en base a la observación de los principales déficits atencionales que tienen las personas que ha sufrido un traumatismo craneoencefálico. A partir de la observación clínica, estas autoras han definido la atención como una capacidad multidimensional formada por cinco niveles o tipos de atención, los cuales están interrelacionados de manera jerárquica. Dichos niveles incluyen la atención enfocada, sostenida, selectiva, alternante y dividida.
En los siguientes apartados se abordará con más detalle la atención selectiva, qué se entiende por este tipo de atención, cuáles son los problemas que afrontan las personas con alteraciones que afectan su funcionamiento, así como la evaluación y la rehabilitación.
¿Qué se entiende por atención selectiva?
Es la capacidad para mantener una conducta que requiere una respuesta motora y/o cognitiva sin que los estímulos distractores o competidores interfieran en la ejecución y resultado.
Tomando como base el modelo de Sohlberg y Mateer2, y en concreto la relación jerárquica que establecen entre los diferentes niveles de atención, a la hora de realizar actividades que impliquen la atención selectiva se requiere previamente de una capacidad mínima para sostener la atención. Pongamos un ejemplo sencillo y muy común, leer el periódico en el metro.
En este ambiente hay múltiples estímulos distractores, tanto visuales como auditivos, como por ejemplo el sonido del metro, la voz que anuncia la parada, personas que hablan y se mueven etc. Para realizar una actividad que requiere de concentración como leer el periódico y entender lo que se lee, es necesario sostener la atención en la lectura y a su vez inhibir los distractores.
A esto es a lo que llamamos atención selectiva, a la capacidad de seleccionar la información relevante a la que vamos a atender de manera sostenida. Por tal motivo, el funcionamiento adecuado de la atención sostenida es un prerrequisitoal correcto desempeño de la atención selectiva.
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¿Qué sucede cuando la atención selectiva está alterada?
La alteración de la atención selectiva implica una mayor distractibilidad con estímulos irrelevantes, o al menos que no son necesarios para completar la tarea requerida. Dichos distractores pueden ser externos (p. ej., ruido, movimientos) o internos (p. ej., pensamientos, dolor)2. La investigación sobre el funcionamiento de la atención en diferentes patologías ha demostrado que se ve especialmente afectada en determinadas poblaciones clínicas.
Atención selectiva y depresión
Por ejemplo, las personas que tienen depresión muestran un rendimiento significativamente bajo en las pruebas de atención selectiva ya que la rumiación del pensamiento, característico de estos pacientes, supone un distractor interno que provoca la pérdida de vigilancia.
Atención selectiva y esquizofrenia
Las personas con esquizofrenia también presentan gran dificultad para seleccionar la información relevante de la irrelevante, y, por lo tanto, cualquier estímulo extraño es candidato a captar su atención momentáneamente1,3.
Otros trastornos en los que parece haber un deterioro de esta función son la enfermedad de Alzheimer y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)3, 4.
Estos déficits no solo resultan ser un problema para la realización de las actividades de la vida diaria de las personas (p. ej., incapacidad para mantener el hilo de una conversación sin distraerse) sino que suponen una limitación en la propia rehabilitación, sobre todo cuando se realiza en entornos estimulantes (p. ej., acudir al supermercado como parte de la terapia ocupacional)2.
Evaluación de la atención selectiva
La atención es una de las funciones cognitivas que no pueden faltar en una evaluación neuropsicológica, y es por ello que se han desarrollado diversos instrumentos para este propósito. Para el estudio de la atención selectiva en concreto, las pruebas más utilizadas son el test d2, test of everyday attentiony el test Stroop de Colores y Palabras.
Test d2
A grandes rasgos, es un tipo de tarea de cancelación en la que el participante debe tachar un estímulo diana (la letra “d” con 2 rayas) presentado en conjunto con otros estímulos distractores (letras “d” y “p” con 1, 3 o 4 rayas),
Test of everyday attention
El test of everyday attention (TEA)6 para adultos y el test of everyday attention for children (TEA-Ch)7 para niños incluyen actividades ecológicas para evaluar la atención sostenida, dividida, control atención y alternante.
En lo referente a la atención selectiva, una de las tareas de la versión de adultos se presenta como un ascensor que cada vez que sube un piso emite un sonido diferente al emitido cuando baja. La tarea del participante es contar las veces que el ascensor sube un piso inhibiendo los sonidos distractores8. Finalmente, el test Stroop de Colores y Palabras9 es un instrumento muy popular utilizado para medir inhibición cognitiva, atención selectiva y velocidad de procesamiento. Se compone de tres pruebas en las que el participante tiene que:
Test Stroop de Colores y Palabras
Es un instrumento muy popular utilizado para medir inhibición cognitiva, atención selectiva y velocidad de procesamiento.
Se compone de tres pruebas en las que el participante tiene que:
- Leer o más rápido posible los nombres de tres colores: azul, verde y rojo (Stroop palabras),
- nombrar el color de los estímulos “XXXX” (Stroop colores),
- nombrar el color de la tinta en la que están impresos los nombres de los colores, inhibiendo la lectura (Stroop palabra-color).
Cabe poner de manifiesto la necesidad de realizar una evaluación completa de la atención, y no solo de cada tipo individualmente.
Por otra parte, además de la evaluación psicométrica, lo ideal es obtener datos cualitativos sobre el funcionamiento de la atención en entornos fuera de la consulta. Para ello, se pueden realizar entrevistas tanto a los pacientes como a los familiares, y determinar en qué aspectos o situaciones el déficit atencional genera más incapacidad. Esta información será de gran utilidad a la hora de diseñar la intervención.
Rehabilitación de la atención selectiva
Al igual que otras funciones cognitivas como la memoria, a la hora de llevar a cabo una rehabilitación de la atención selectiva se deben establecer objetivos generales y específicos en función de las características particulares de cada paciente. Por tanto, la intervención debe ser individual y diseñada para restaurar, mantener o mejorar la función cognitiva, a través de una práctica guiada y organizada por niveles de dificultad. Una vez más, se debe tener en cuenta el funcionamiento de los demás tipos de atención para valorar en qué medida se deben incluir en el programa de rehabilitación.
Por ejemplo, potenciar la atención sostenida puede facilitar la restauración de la atención selectiva. Además, ya que el objetivo final es reducir el impacto que genera el deterioro de la atención en la vida de la persona, la eficacia de la rehabilitación debe ser valorada según las mejoras que se observen en su funcionamiento cotidiano, y no solo a través de resultados en las pruebas neuropsicológicas.
Herramientas para rehabilitar la atención selectiva
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta en la rehabilitación es la selección de herramientas a utilizar. Se pueden hacer uso de diferentes herramientas según las necesidades del paciente (p. ej., teniendo en cuenta la movilidad), desde las clásicas tareas de lápiz y papel, como por ejemplo las sopas de letras, hasta la realidad virtual. Lo que sí es cierto es que cada vez se hace más común el uso de instrumentos basados en las actividades de la vida cotidiana, ya que suponen una ganancia en cuanto a validez ecológica.
En este sentido, la plataforma NeuronUP está desarrollando una serie de actividades en las que se incluye tareas creadas a partir de situaciones cotidianas en las que ponemos en marcha nuestra atención selectiva. Dado que nos encontramos constantemente expuestos a una gran cantidad de estímulos en nuestro día a día, es posible plasmar en juegos una variedad de situaciones cotidianas con un objetivo terapéutico.
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No obstante, para llevar a cabo todo este proceso primero es necesario tener en cuenta una serie de variables
- utilidad de la tarea,
- población a la que va dirigida,
- modalidad de los estímulos (auditivos, visuales o ambos)
- diseño (color, dimensión, movimiento etc),
- puntuaciones que se quieren obtener (aciertos, tipos de errores, tiempo etc)
- parámetros que se quieren controlar para que la actividad esté lo más estructurada posible.
Asimismo, se hace preciso tener como referencia un modelo teórico que justifique el planteamiento del programa rehabilitador.
En definitiva, no cabe duda que la neuropsicología clínica ha evolucionado de manera positiva en poco tiempo, y continúa desarrollándose cada vez más gracias a iniciativas como estas que suponen un avance considerable en un aspecto tan esencial como la rehabilitación neuropsicológica.
Bibliografía:
- Rebollo, M. A., & Montiel, S.Atención y funciones ejecutivas. Revista de neurología. 2006;42(2):S3-S7.
- Sohlberg MM, Mateer CA. Improving Attention and Managing Attentional Problems. Annals of the New York Academy of Sciences. 2006;931(1):359–75.
- Egeland, J., Rund, B. R., Sundet, K., Landrø, N. I., Asbjørnsen, A., Lund, A., … & Hugdahl, K. Attention profile in schizophrenia compared with depression: differential effects of processing speed, selective attention and vigilance. Acta Psychiatrica Scandinavica. 2003;108(4):276-284.
- dos Santos Assef, E. C., Capovilla, A. G. S., & Capovilla, F. C.. Computerized Stroop test to assess selective attention in children with attention deficit hyperactivity disorder. The Spanish journal of psychology. 2007;10(1):33-40.
- Brickenkamp, R. (1962). Aufmerksamkeits-Belastungs-Test Handanweisung d-2.
- Robertson, I. H., Ward, T., Ridgeway, V., & Nimmo-Smith, I. (1994). The test of everyday attention (TEA). San Antonio, TX: Psychological Corporation.
- Manly, T., Anderson, V., Nimmo-Smith, I., Turner, A., Watson, P., &Robertson, I. H. The differential assessment of children’s attention: The Test of Everyday Attention for Children (TEA-Ch), normative sample and ADHD performance. Journal of Child Psychology and Psychiatry. 2001;42(08):1065-1081.
- Chan, R. C., Lai, M. K., & Robertson, I. H. Latent structure of the Test of Everyday Attention in a non-clinical Chinese sample. Archives of clinical neuropsychology. 2006;21(5):477-485.
- Golden, C. J. (1994). STROOP: Test de colores y palabras: Manual. TEA ediciones S.A.