La enfermedad de Alzheimer es implacable. Avanza sin tregua mientras esperamos a que un fármaco milagroso venga a sacarnos de esa pesadilla. Pero los fármacos con tal poder, siendo optimistas, puede que no lleguen al mercado hasta dentro de muchos años. Y los medicamentos actuales dejan más que insatisfecha a la mayoría.
¿Qué hacer? ¿Esperar de brazos cruzados mientras decrece la calidad de la vida de los enfermos? Si buscamos existen respuestas más optimistas, estrategias que enriquecerán nuestro rol profesional: existe la rehabilitación cognitiva para personas con Alzheimer.
Desde NeuronUP se apuesta sin lugar a dudas por los beneficios de las terapias no farmacológicas (TNF)—categoría en la que se inscribe la rehabilitación cognitiva—para las personas que padecen enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de Huntington. La convicción no es vana, se basa en evidencias científicas que avalan el uso de las TNFs en estos grupos. No solo mejora la cognición, sino que también su estado de ánimo. (Olazarán et al. 2010).
Rehabilitación y Alzheimer: una necesidad
La enfermedad de Alzheimer tiene como síntoma más conocido el deterioro progresivo de la memoria. Pero ese es solo el inicial. Poco a poco todo el funcionamiento cognitivo se verá comprometido y procesos como el lenguaje, la atención, las habilidades visoespaciales o el funcionamiento ejecutivo experimentarán un deterioro notable.
Ese deterioro del funcionamiento cognitivo tiene su fiel reflejo en la vida diaria de la persona, que también de forma progresiva ve alejarse sus habilidades para hacer frente a los retos de la vida cotidiana. De olvidar una palabra al azar, a no ser capaz de comer por ti mismo pueden transcurrir pocos años.
La rehabilitación es una respuesta ante las necesidades de una población de enfermos que a nivel mundial ya supera los 50 millones. Tiene por objetivo ayudar a que las personas con deficiencias funcionales alcancen un “nivel óptimo de funcionamiento físico, psicológico y social» (McLellan, 1991 citado en Clare L, Woods RT, Cook, Orrell M y Spector A, 2003). En las personas con Alzheimer el significado de óptimo varía mucho de una etapa a otra, pero existen metas y la rehabilitación cognitiva busca precisamente lograr que el enfermo esté en el mejor nivel de funcionamiento posible, según sus propias capacidades.
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¿Rehabilitación cognitiva para personas con Alzheimer? ¡Sí!
Sí, se puede hacer rehabilitación cognitiva en las personas con Alzheimer por mucho que algunos se empeñen en tirar de teorías para evitar el uso de este término en el campo de las demencias.
La rehabilitación cognitiva para personas con Alzheimer viene a ser una ayuda en el funcionamiento cotidiano. Si bien la estimulación cognitiva está orientada a todos los procesos cognitivos en general y puede ser realizada a personas sanas, la rehabilitación implica la existencia de alguien con un déficit y un entrenamiento cerebral para mejorar el funcionamiento en el día a día. La estimulación cognitiva busca mejorar la memoria, la rehabilitación, que recuerdes el número de teléfono de tu hija. La primera es no específica, la segunda muy particularizada.
Muchos objetan que la rehabilitación implica reaprender una habilidad o función perdida, algo muy difícil en el Alzheimer y otras enfermedades que cursan con demencia. Sin embargo, la rehabilitación también implica apoyarse en lo que está preservado para ayudar a la persona a desarrollar estrategias para ser funcionales bajo las nuevas condiciones.
A tener en cuenta al realizar la rehabilitación cognitiva
- Esta siempre es individualizada, las sesiones grupales no están recomendadas. Plataformas como NeuronUP tienen opciones para que la rehabilitación cognitiva sea lo más personalizado y específico posible.
- Los objetivos deben ser realistas, específicos, alcanzables y enmarcados en un límite temporal (Kelly y O’Sullivan, 2015). Por ejemplo, recordar el nombre de los hijos.
- Los niveles de ayuda son muy importantes para evitar la frustración y el abandono de la tarea. Ayuda la justa, porque el esfuerzo significa más efectividad.
- El aprendizaje sin error puede ser una buena estrategia para evitar la frustración: recuerde al sujeto que diga que no sabe cuando así sea, entonces el terapeuta o familiar puede emitir una pista.