Icono del sitio NeuronUP

Pintando el Alzhéimer

Todos los artistas firman sus obras, pero a finales de 1999. William Utermohlen difícilmente recordaba el nombre con el que firmaba. Nacido en Filadelfia (1933), William fue un famoso pintor americano que pasó décadas en Londres hasta su fallecimiento en 2007.

Autorretrato. William Utermohlen (2000)

Sus cuadros se caracterizan por ser unos óleos de colores brillantes difíciles de olvidar, y sin embargo, una de sus últimas obras está hecha en un sobrio blanco y negro: se trata de un autorretrato dibujado a lápiz donde aparece un rostro desfigurado en el cual es imposible reconocer al propio Utermohlen. Fue hecho en el año 2000, cuatro años después de que se le diagnosticara alzheimer.

William falleció en el 2007 tras once años viviendo con la enfermedad, lo cual lo sitúa cerca de los 4-10 años que vive de media una persona con alzhéimer, aunque la supervivencia desde el diagnóstico es muy variable y va desde un año hasta superar la veintena. Y es importante destacar que a posteriori en muchos casos es posible detectar cambios en los pacientes antes del diagnóstico.

Fase prodómica

Un claro ejemplo es el caso del presidente estadounidense Ronald Reagan, quién en 1994 hizo público que padecía alzhéimer. Sin embargo, estudios lingüísticos de sus debates en 1984 indican que ya entonces estaba empezando a desarrollar la enfermedad, siendo posible detectar que su habla era un 9% más lenta, hacía hasta cinco veces más pausas y cometía con mayor frecuencia pequeños errores en el uso de artículos, preposiciones y pronombres. A este periodo de tiempo durante el cual aparecen los primeros síntomas pero todavía no son lo suficientemente graves o claros como para realizar un diagnóstico se le denomina fase prodrómica, y no solo está presente en el alzhéimer sino también en otras enfermedades como la esquizofrenia.

En el caso de William, algunos expertos señalan que existen signos de este periodo prodrómico en trabajos suyos realizados a principios de los años noventa, como la serie “Conversation Pieces”: se trata de varios cuadros de su vida en común con su esposa Patricia donde un estudio detallado permite observar cambios en la representación espacial, disposición de objetos y personas que, a posteriori, algunos expertos interpretan como las primeras señales de un proceso neurodegenerativo.

Las habilidades artísticas y el alzhéimer

Este desarrollo por zonas supone una ventaja en el caso de los artistas ya que muchas de sus habilidades dependen de zonas motoras o sensoriales. Esto hace que puedan continuar con su profesión durante un periodo relativamente amplio. Existen casos documentados de músicos que aun sufriendo estados avanzados de la enfermedad son capaces de seguir tocando ciertas melodías. Y lo mismo ocurre, por ejemplo, con pintores como William, cuyo córtex visual tardó más en verse afectado por la enfermedad que partes relacionadas con la memoria. Por este motivo era capaz de pintar cuadros cuando ya no podía recordar con claridad su propio nombre.

Ante todo esto, el caso de William Utermohlen no es solamente un extraordinario registro gráfico de cómo una persona vive el alzhéimer; también nos recuerda que muchas habilidades artísticas tardan en verse afectadas por el alzhéimer, y por lo tanto la pintura o la música pueden ser aficiones que los pacientes serán capaces de realizar en cierta medida durante gran parte del transcurso de su enfermedad.

Autorretrato. William Utermohlen (1996)

Referencias

Salir de la versión móvil